La máxima aspiración de Giacomo Casanova fue dejar su nombre en la historia. Y lo logró. Culto, refinado y amante de todos los placeres, cráneo privilegiado, graduado en Derecho a los 16 años, protagonizó una tormentosa vida, que plasmó magistralmente en su autobiografía.
Dotado de un gran magnetismo personal, sus memorias, en las que narraba haber seducido a 132 mujeres, entre ellas una monja que se convirtió en su amante, fueron recibidas con admiración y escándalo.
Su osadía le costó la prisión y el exilio, durante el que se codeó con personalidades como Voltaire, Mozart o Franklin. Su nombre se ha convertido ya en parte del diccionario, como sinónimo de seductor.
El libertino más destacado de la historia nació el 2 de abril de 1725.