Narcís Monturiol, inventor, socialista utópico, cofundador de la comuna Icaria, propagandista de causas republicanas y libertarias, no fue el típico inventor recluido en su laboratorio. Este ciudadano de Figueres que vivía consagrado a la rebeldía política acabó retirándose a su tierra natal y, observando a sus paisanos pescadores de coral, ideó un sumergible, el Ictíneo I (1859), que los auxiliase en su ingrata tarea.
Pudo resistir 2 horas y 20 minutos en su primera inmersión, alcanzó 20 metros de profundidad y volvió sano y salvo a la superficie.
Monturiol murió olvidado, el 6 de septiembre de 1885. El juicio de la historia le ha hecho inmortal como precursor de la navegación submarina.