Para el presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, las disculpas que el sábado le dio por teléfono su homólogo ruso, Vladímir Putin, y las explicaciones que luego publicó el Kremlin no son suficientes. Este domingo Alíev ha dicho sin giros verbales que fue Rusia quien el día de Navidad derribó, aunque “por accidente”, el avión de las líneas aéreas azerbaiyanas (Azal) que debe reconocerlo, y luego pagar una indemnización a Azerbaiyán, a los pasajeros y a los miembros de la tripulación.
Alíev afirmó que la aeronave resultó dañada al recibir “disparos desde tierra” cuando iba a aterrizar en Grozni, capital de la república rusa de Chechenia, donde las defensas antiaéreas rusas estaban repeliendo un ataque de drones ucranianos. El aparato terminó estrellándose en otro país, Kazajistán, al otro lado del mar Caspio, cerca de la ciudad de Aktau.
En declaraciones al canal de televisión AZTV, Alíev aseguró que fue Rusia quien atacó la aeronave cuando se acercaba a la ciudad de Grozni, aunque señaló que ocurrió “por accidente”, si bien también sostuvo que ha habido “claros intentos de encubrir el asunto”. Las cajas negras del avión serán enviadas a Brasil, donde se fabricó el avión, para su investigación. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha pedido una investigación “exhaustiva, imparcial y transparente” del accidente, sobre el que apunta que hay una “alta probabilidad de que haya sido víctima de operaciones militares”.
Por otro lado, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha pedido una investigación “exhaustiva, imparcial y transparente” del accidente, sobre el que apunta que hay una “alta probabilidad de que haya sido víctima de operaciones militares”.

Flores y retratos se colocan en el Consulado de Azerbaiyán en memoria de las víctimas del Embraer 190 de Azal
Alíev señaló que parte del fuselaje no se quemó, “gracias a lo cual hoy podemos decir abiertamente que el avión fue baleado por Rusia”. Y ha precisado también: “No estamos diciendo que se haya hecho intencionadamente, pero se ha hecho”. Y por ello considera que ”en primer lugar, la parte rusa debe disculparse con Azerbaiyán".
Alíev dice que ha habido “intentos de encubrir” las causas de la tragedia
“En segundo lugar, debe admitir su responsabilidad. En tercer lugar, debe castigar a los culpables, llevarlos ante la justicia penal y pagar una indemnización al estado de Azerbaiyán y a los pasajeros y tripulantes heridos. Estas son nuestras condiciones”, dijo del mandatario el mismo día en el que Azerbaiyán rendía homenaje a los pilotos y pasajeros que murieron al estrellarse un avión de pasajeros de Azal el pasado miércoles.
Alíev apuntó que la primera de esas condiciones se cumplió el día anterior, el 28 de diciembre, cuando recibió la llamada telefónica de Putin.
Durante esa conversación Putin se disculpó por el hecho de que “el trágico incidente ocurriese en el espacio aéreo ruso”.
El Kremlin dijo luego que el avión intentó varias veces aterrizar en el aeropuerto de Grozni. “En ese momento, drones de combate ucranianos atacaban Grozni, Mozdok y Vladikavkaz, y los sistemas de defensa aérea rusos repelían estos ataques”, añadió.
Elogios para los pilotos
La disculpa de Putin que hizo público el Kremlin es extremadamente rara y es lo más cerca que ha estado el presidente ruso de aceptar parte de la responsabilidad por el desastre. Pero Alíev cree que el jefe del Kremlin debe llegar hasta el fondo del asunto.
El 25 de diciembre el avión de Azal, un Embraer 190 de fabricación brasileña, hacía el vuelo J2-8243 entre Bakú, capital de Azerbaiyán, y Grozni. El aparato tuvo que desviarse del sur de Rusia, donde los drones ucranianos estaban atacando varias ciudades. Al parecer dañado, atravesó el mar Caspio (unos 450 kilómetros). El piloto intentó acercarse al aeropuerto de Aktau, ya en Kazajistán, para llevar a cabo un aterrizaje de emergencia al que finalmente no llegó a tiempo. De las 67 personas a bordo, 38 fallecieron.
Durante el acto de homenaje a las víctimas de este domingo en el centro de Bakú, el capitán Ígor Kshniakin y el copiloto Alexánder Kaliáninov, ambos de etnia rusa con ciudadanía azerbaiyana, y Hokuma Alíeva, una azafata, recibieron todos los honores en una ceremonia a la que asistieron el presidente Alíev y su esposa, Mehriban. Los pilotos fueron elogiados por aterrizar de una manera que permitió que 29 personas sobrevivieran aunque les costara sus propias muertes.
La agencia Reuters y el canal Euronews citaron el jueves fuentes próximas al Gobierno de Azerbaiyán y a la investigación en curso que afirmaron que el avión pudo haber sido alcanzado por un misil antiaéreo ruso disparado desde Chechenia.
También la agencia Efe publicó que dos fuentes del Gobierno azerbaiyano le dijeron que el avión de pasajeros había sido alcanzado por la metralla de un misil antiaéreo cuando volaba en el espacio aéreo de Grozni.
Un popular bloguero militar ucraniano proruso, Yuri Podoliaka, dijo que los agujeros que presentaba el fuselaje del avión siniestrado eran similares a los causados por “un sistema de misiles antiaéreos” y que “todo apunta a eso”.
Hasta las declaraciones de Alíev, Azerbaiyán no había culpado a Rusia, pero el ministro de Transportes dijo el viernes que el avión sufrió una “interferencia externa” y que resultó dañado antes de estrellarse. Los supervivientes “aseguraron que habían oído tres explosiones cuando el avión estaba sobre Grozni”, dijo Rashad Nabiyev. Ya cuando habló el sábado con Putin, Alíev le hizo notar que el avión había sido “objeto de una interferencia física y técnica exterior en el espacio ruso, lo que provocó una completa pérdida del control y redirigió (el avión) hacia la ciudad kazaja de Aktau”.