El mayor intercambio de esta primera fase de tregua entre Israel y Hamas fue también el más arriesgado. La entrega de siete de los ocho liberados este jueves –tres israelíes y cinco tailandeses– se realizó en Jan Yunis (sur de Gaza) sin cordón de seguridad y ante una multitud desbordada. Unas circunstancias repudiadas por el Gobierno de Netanyahu, que, en represalia, demoró varias horas la excarcelación de 110 prisioneros palestinos. Este canje, el tercero ya, se añadió el domingo de forma extraordinaria para resolver la disputa por la no liberación de la civil israelí Arbel Yehud y para desbloquear el retorno de los civiles palestinos al norte de la franja. Y, bajo esta particularidad, se inició temprano con la liberación de la soldado Agam Berger, capturada en la base de Nahal Oz.
Tras escenificar sus primeras dos entregas en la ciudad de Gaza, Hamas montó esta vez su tarima entre las ruinas de Yabaliya, en el norte del enclave palestino, aniquilado por completo por Israel. Allí, milicianos armados escoltaron a la joven de 20 años, que saludó a un pequeño grupo antes de ser trasladada por la Cruz Roja. Ya en Israel, Berger abrazó a sus padres, quienes le aseguraron que “nunca te volveremos a abandonar”, y en el hospital Beilinson de Petaj Tikva se reencontró con las cuatro observadoras de la misma base que habían sido liberadas cinco días atrás.
Un contraste respecto a la entrega en Jan Yunis de los otros siete rehenes, liderada por la Yihad Islámica Palestina. Su exhibición de fuerza tuvo lugar frente a los escombros de la antigua casa de Yahyia Sinuar, el líder de Hamas considerado ideólogo de los ataques del 7 de octubre de 2023 y al que el ejército israelí mató el 16 de octubre pasado.
Cinco trabajadores agrícolas tailandeses que seguían cautivos, liberados por la gestión de Turquía e Irán
Frente a una muchedumbre, los milicianos intentaron formar un pasillo para desplazar a los civiles israelíes del kibutz Nir Oz, Yehud (29 años) y Gadi Moses (80 años), y a los trabajadores agrícolas tailandeses Pongsak Tanna (36), Sathian Suwannakham (35), Watchara Sriaoun (33), Surasak Lamnau (32) y Seathao Bannawat (28).

La soldado Agam Berger, en Gaza, a escasos minutos de ser liberada
Pero la precaria organización falló apenas salió Yehud, a quien se la observó notoriamente asustada mientras intentaba llegar a las camionetas de la Cruz Roja. Ante el descontrol, este organismo tuvo que acercarse para reducir la caminata de los otros liberados. En la plaza de los Rehenes de Tel Aviv, familiares, amigos y ciudadanos contuvieron la respiración hasta que se completó la entrega. El Foro que representa a las familias de los secuestrados celebró la liberación, pero condenó un proceso “marcado por la crueldad y el desprecio por la dignidad humana”, mientras que Tailandia agradeció a los mediadores y a Turquía e Irán (que habrían participado de las negociaciones) e instó a la devolución de otros tres de sus ciudadanos que siguen cautivos en Gaza (dos ya fallecidos).
En este contexto fue que el Gobierno israelí decidió congelar la salida de los reclusos palestinos hasta recibir garantías de que los próximos canjes se darán en mejores condiciones. Pero las medidas represivas de Israel no quedaron ahí, y este jueves escaló un poco más sus acciones para sofocar los recibimientos de familiares y ciudadanos en Cisjordania ocupada. Durante la jornada, el ejército israelí lanzó panfletos desde drones para advertir a los palestinos que evitaran festejos, confiscó banderas de grupos palestinos y realizó “arrestos preventivos”.
El ejército israelí retrasa la salida de los presos de la cárcel de Ofer y dispara sobre los palestinos que esperaban
Además, los soldados reprimieron con disparos, gases lacrimógenos y granadas aturdidoras a los palestinos que se reunieron a esperar a los prisioneros en Beitunia, la localidad colindante a la prisión de Ofer. Según la Media Luna Roja, 14 personas resultaron heridas, tres por munición real. Ya entrada la noche, decenas de palestinos recibieron con cánticos y vítores a los 95 prisioneros que fueron liberados en Ramala, mientras que otros 14 fueron exiliados a Gaza y el restante fue trasladado a su casa en Jerusalén Este.

Un miliciano de Hamas lleva de la mano a la rehén Arbel Yehud entre forcejeos con la multitud, ayer en Jan Yunis (Gaza)
De los 110 excarcelados, 32 cumplían cadena perpetua, 48 tenían condenas largas y 30 eran jóvenes de 18 años o menos. El de menor edad, Saif al-Din Darwish (15), había sido liberado en la tregua de noviembre del 2023 y vuelto a arrestar en junio del 2024. El prisionero de mayor perfil fue Zakaria Zubeidi, un antiguo líder del brazo armado de Al Fatah en Yenín durante la Segunda Intifada que luego colaboró en la creación del Teatro de la Libertad en el campo de refugiados del norte de Cisjordania. En el 2019 fue detenido de nuevo, acusado de haber participado en dos tiroteos a autobuses cerca de Beit-El, y en el 2021, junto a otros cinco presos, protagonizó la famosa fuga de la cárcel de Gilboa, siendo atrapado cinco días después.