El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pidió este viernes por la tarde al vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, “garantías de seguridad” para Ucrania en el plan de Trump para acabar la guerra, en una reunión en los márgenes de la Conferencia de Seguridad de Munich (MSC), foro anual de debate sobre seguridad y defensa de mandatarios de países diversos que se celebra desde hoy hasta el domingo.
Vance le aseguró que Estados Unidos quiere lograr “una paz duradera” en Ucrania, “una paz que no hunda a Europa del Este en un conflicto en pocos años”. En sus respectivas declaraciones a periodistas en Munich, ambos dijeron que habían mantenido “una buena conversación” y que tendrán otras “en los próximos días, semanas y meses”.
Zelenski pugna por influir en las conversaciones para poner fin a la guerra de defensa que su país libra contra la Rusia de Vladímir Putin, de cuyo inicio se cumplirán tres años el próximo 24 de febrero. La voluntad declarada por Donald Trump al poco de su regreso al poder en Estados Unidos de negociar de inmediato sobre Ucrania hace temer a Kyiv y a los países europeos que el conflicto sea zanjado a sus espaldas, en un mero intercambio de concesiones entre la Administración Trump y el Kremlin.
Las recientes afirmaciones de los plenipotenciarios del presidente estadounidense abonando una renuncia de Ucrania a sus fronteras del 2014 y descartando su ingreso en la OTAN causan alarma en Bruselas, en las capitales europeas, y especialmente en los países del flanco oriental de la Alianza Atlántica, que sienten la amenaza rusa de modo geográficamente muy palpable.
A primera hora de la tarde, el vicepresidente estadounidense Vance pronunció en Munich un discurso en el que acusó a los líderes de Europa de socavar la democracia y la libertad de expresión por sus intentos de regular la incitación al odio y la desinformación en las redes sociales, y también de “tener miedo de sus votantes”, en clara alusión a los temores en muchos países por el avance de la ultraderecha. J.D. Vance sostuvo que ahora “en Washington hay un nuevo sheriff en la ciudad”, es decir, Donald Trump
A inicios de esta semana, Volodímir Zelenski anunció que asesores de Trump –a quienes etiquetó como “gente seria”– visitarían Ucrania días antes de la conferencia de Munich. Así, el miércoles 12 de febrero Zelenski recibió en Kyiv al secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent. Este viernes, la delegación ucraniana en la Conferencia de Munich entregó a la delegación estadounidense un borrador de acuerdo sobre tierras raras, materia prima ucraniana que ambiciona Trump, según informa Reuters.
Sometido a la máxima presión diplomática y con una situación militar en el frente que sigue deteriorándose, Zelenski trata de obtener garantías para Ucrania. Las tropas rusas ocupan una quinta parte del territorio ucraniano, y el ejército de Kyiv afronta graves dificultades en el frente del este, donde el avance ruso prosigue. Mientras, los soldados ucranianos están exhaustos tras casi tres años de combate, y muchos hombres jóvenes buscan desesperadamente modos para eludir el alistamiento, al tiempo que la fuerza de trabajo mengua y golpea a la economía, y miles de mujeres y niños viven refugiados fuera de Ucrania.

El hotel Bayerischer Hof, sede de la Confererencia de Seguridad de Munich, el viernes 14 de febrero
La Conferencia de Seguridad de Munich, apodada el Davos de la defensa, se celebra este año en un contexto muy agitado por las intervenciones de Trump en el tablero geopolítico internacional. A esta edición del encuentro de Munich acuden más de 60 jefes de Estado o de Gobierno y un centenar de ministros de Defensa o de Exteriores de diversos países del mundo, entre ellos el ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares.