John G. Trump, el tío de Trump que fue profesor del MIT y del que el mandatario ya no presume

Enredos de familia

El familiar del actual presidente de EE.UU. fue un estadounidense de segunda generación que se alejó del negocio familiar para dedicarse a la ciencia

Su sobrino Donald se ha reivindicado a través de él, pero omitiendo algunos datos

John G. Trump, en su laboratorio en el MIT.

John G. Trump, en su laboratorio en el MIT.

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La cruzada de Donald Trump contra las universidades, particularmente Harvard y ahora también el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), puede encontrar excepciones. Y las excepciones suelen ser las que le convengan al mandatario. A pesar de las acusaciones, nunca fundamentadas, para asociar a estas dos instituciones con el antisemitismo y la ultraizquierda, Trump exonera al MIT a conveniencia. Una conveniencia con nombre y apellidos: John G. Trump, su tío.

“Soy inteligente, lo llevo en la sangre. Mi tío era profesor del MIT”, dijo Trump, Donald, en una entrevista de 2015 en la que aludió a su familiar. “Tuve un tío que fue profesor del MIT. Un genio. Lo llevo en los genes”, reiteró en 2016, y añadió, confusamente: “Mi tío hablaba de lo nuclear cuando lo nuclear todavía no era lo nuclear”. En 2017 dijo: “[mi tío] John, del MIT era bueno en [energía] nuclear. Sé mucho de [energía] nuclear”. Y en 2020, en plena pandemia de covid, aseguró que se guiaba por su “instinto natural para la ciencia, probablemente por mi tío, que fue profesor del MIT”.

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En su lucha contra el conocimiento, Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, Trump parece haber olvidado a su tío John. O al menos, ha olvidado mencionarlo. Porque es cierto, John G. Trump fue profesor —y alumno— del MIT. Y fue brillante. Y se alejó pronto de la familia.

El Trump migrante

John Trump era el hermano menor de Fred Trump, el padre de Donald. Fue el segundo Trump nacido en Estados Unidos: sus padres, los abuelo paternos de Donald Trump, eran naturales de Alemania. Por lo tanto, el tío John —y papá Fred— eran americanos de segunda generación, con la nacionalidad obtenida por el hecho de haber nacido en suelo de EE.UU. Un derecho que, por cierto, Donald Trump quiere conculcar.

Fred Trump junto a Ivana, esposa de Donald, en el 90 aniversario de Norman Vincent Peale. Nueva York, mayo de 1988

Fred Trump, padre de Donald y Hermano de John G., junto a Ivana, primera esposa del hoy presidente, en 1988.

Tom Gates / Getty Images

Según Gwenda Blair, autora del libro Los Trump: tres generaciones que construyeron un imperio (2000), el patriarca de los Trump quería que sus hijos Fred y John compartieran negocio. De hecho, John inició sus estudios de arquitectura, con la idea familiar de que Fred vendiera lo que John construía. Pero pronto hubo un desencuentro. Blair explica que la idea de Fred era vender primero y construir después, mientras que John era partidario de vender hogares, no proyectos. Ahí nació el “tío profesor del MIT”: desencantado, John dejó el negocio familiar y empezó a estudiar ingeniería.

Donald Trump aseguró, en 2018, que el cambio climático se revertiría por sí solo, insistiendo en dos cosas: que su tío fue profesor del MIT y que, por genética, tiene un “instinto natural” para temas científicos. Sea como fuere, lo cierto es que John G. Trump alcanzó el éxito científico por la vía del trabajo, y no de la inspiración.

‘Espiando’ a Tesla

Tras graduarse en el MIT, la organización ofreció al tío del presidente de EE.UU: un puesto de profesor asistente, que aceptó en 1936. Los años que vendrían vincularían a John G. Trump con el esfuerzo de guerra. Pero entre sus hallazgos está uno que salvó, y sigue salvando vidas.

Lo explicaba Physics Today en un artículo de 2020. John G.Trump ayudó en el rediseño de un generador capaz de producir 5 millones de voltios diseñado por su mentor Van de Graaff. Trump —el tío John— encontró aplicaciones médicas al generador, puesto que generaba rayos X de alta energía. “En 1937 se instaló un generador de rayos X de 1 millón de voltios en el Hospital Huntington Memorial de Boston para el tratamiento del cáncer. A partir de 1960, Trump fue pionero en la radioterapia rotacional, que permite reducir la exposición de los tejidos sanos”, explica Physics Today.

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En 1942, Trump fue nombrado secretario del comité de microondas y trabajó como enlace entre el Comité de Investigación de Defensa Nacional y el Laboratorio de Radiación del MIT. También fue asistente del presidente del MIT, Karl Compton. Y en 1943 recibió el más secreto de sus encargos durante la guerra. Tras la muerte de Nikola Tesla, el FBI le encomendó el estudio de sus trabajos inéditos para ver si había hallazgos útiles para el esfuerzo bélico. No los hubo.

Trump fue también uno de los responsables de supervisar los nuevos radares, mejorados tras Pearl Harbor, al frente de guerra. En 1944 se estableció en Europa como jefe de la Rama Británica del laboratorio, cuya tarea era mantener el rendimiento de los radares en condiciones de combate. En abril de 1945 estuvo en Alemania, entrevistando a los ingenieros del ejército nazi capturados en los días previos a la caída de Berlín. Su padre era natural de Alemania, por lo que no es descartable que por afinidad fuera un buen candidato a entrevistador.

Una vida en paz tras la guerra

John G. Trump vivió plácidamente como director del Laboratorio de Investigación de Alto Voltaje del MIT, cargo que retuvo hasta 1980. También se lanzó al mundo empresarial y científico, fundando la High Voltage Engineering Corporation junto a otros compañeros del MIT. Sus contribuciones en el campo de la radiología médica permitieron atacar tumores de próstata, uterinos, de mama, cerebrales o de pulmón. Su contribución a la salud le valió la Medalla Nacional de Ciencia por sus contribuciones pioneras, entregada en 1983.

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Científicos, estudiantes y otros colectivos durante una manifestación contra los recortes en investigación de Trump en 2017.

REDACCIÓN / Terceros

John G. Trump murió en 1985, lejos de conocer las aspiraciones políticas de su sobrino. High Voltage Engineering, por cierto, no sobrevivió sin su talento. Languideció en los años de 1990, antes de declararse en quiebra en 2004 y quedar disuelta en 2008.

A falta de pruebas de que la genética haya dotado a Donald Trump de una suerte de conocimiento infuso para la ciencia, hay un talento de John G. Trump que le vincula tanto a su sobrino Donald como a su hermano Fred: la visión inmobiliaria. Los terrenos donde se instaló High Voltage Engineering, en la zona tecnológica de Boston, se revalorizaron tanto que superaron a los beneficios que obtuvo la empresa por su actividad.

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