La pugna cibernética entre China y Estados Unidos se intensifica en una nueva acusación de ciberataques entre ambos países. Poco más de una semana después del ciberataque contra Microsoft, que afectó incluso a la agencia de armamento nuclear de EE.UU. y que, según la empresa, tuvo como autores a dos hackers chinos, ahora es Pekín quien denuncia haber sufrido ataques desde Washington.
Las autoridades chinas acusan a agencias de inteligencia estadounidenses de haber intensificado en los últimos años las operaciones de ciberespionaje contra sus empresas de defensa. En un comunicado emitido por el Centro Nacional de Respuesta a Emergencias de Internet de China, se han detectado ataques dirigidos contra universidades, institutos de investigación y compañías del complejo militar industrial.
China denuncia más de 600 incidentes contra sus entidades, en especial contra el sector de defensa
El primero de los ataques detectados se habría realizado entre julio de 2022 y julio de 2023, cuando un grupo presuntamente vinculado a servicios de inteligencia estadounidenses habría explotado una vulnerabilidad no revelada para acceder a la red interna de una empresa de la industria de defensa china.
Los hackers habrían tomado el control de más de medio centenar de dispositivos clave a largo plazo mediante canales de comunicación encriptados. También se habría empleado una red de servidores de paso ubicados en países como Alemania, Finlandia, Corea del Sur y Singapur.
Un segundo caso de ciberataque afectó presuntamente a más de 300 dispositivos
El segundo caso, sucedido entre julio y noviembre de 2024, involucraría a una compañía china del sector de las telecomunicaciones. Según China, los atacantes habrían aprovechado vulnerabilidades en el sistema de archivos electrónicos para cargar programas maliciosos, dejando vulnerables a más de 300 dispositivos.
La institución señaló que, en 2024, más de 600 incidentes atribuidos a grupos de amenazas persistentes avanzadas y vinculados a estados extranjeros fueron detectados contra entidades chinas consideradas “clave”, siendo el sector de defensa el más afectado.
