Los liberales progresistas ganan a Wilders en Países Bajos, según unos ajustados sondeos a pie de urna

Elecciones

El ultraderechista quedaría dos escaños por detrás del D66 y se aleja de sus posibilidades de formar gobierno

Party for Freedom (PVV) leader Geert Wilders leaves after voting during the Dutch parliamentary election, in The Hague, Netherlands, October 29, 2025. REUTERS/Yves Herman

El líder del Partido por la Libertad (PVV), Geert Wilders, después de votar en las elecciones de ayer

Yves Herman / Reuters

Casi dos años después de aquellas elecciones en Países Bajos que estremecieron a Europa con el triunfo, por primera vez, del islamófobo Geert Wilders, los neerlandeses parece que quieren regresar a la calma. 

Según los sondeos a pie de urna (todo todavía podría cambiar con los resultados definitivos), los liberales progresistas D66, un partido que ha despuntado en la parte final de la campaña, habrían robado el triunfo al Partido por la Libertad (PVV) de Wilders, que ha perdido doce escalos respecto a las elecciones del 2023, cuando, después de décadas de haber sido arrinconado por su versión radical contra el Islam y los inmigrantes, se vio en el centro del gobierno más conservador que se ha visto en la historia moderna del país tras obtener el 23% de los votos. Sin embargo, no da un paso atrás: “Hasta mis ochenta años tendréis que lidiar conmigo”, ha dicho a los periodistas.

Las encuestas a pie de urna, elaboradas por Ipsos y retransmitidas cuando se cerraron las votaciones a las 21 horas, dan 27 escaños al D66 (18 más que en el 2023) y 25 a Wilders, con lo que se anticipa un largo escrutinio durante esta noche electoral. Esto significa que, si el resto de fuerzas políticas cumplen su promesa y mantienen un férreo cordón sanitario contra Wilders, tiene muy difícil regresar al Gobierno de Países Bajos.

El resto de partidos centristas han prometido un cordón sanitario contra el ultraderechista

Todos los ojos estarán puestos esta noche en esta batalla, que se anticipa larga, por la primera plaza. Sin embargo, lo que está claro es la sorpresa D66 del liberal progresista Rob Jetten, que por lo menos según estos sondeos ha robado el sorpasso al excomisario europeo Frans Timmermans, socialdemócrata al frente de la alianza GroenLinks-PvdA, cuarto con 20 escaños. Timmermans, que aspiraba al segundo puesto, ha dimitido ya esta noche como líder del partido.

En tercer lugar, con 23 escaños, quedarían los liberales conservadores del VVD, el partido de Mark Rutte. Por detrás de Timmermans se situaría el democristiano Henri Botenbal, con 19 escaños.

“La estrategia de Wilders ha sido decir que está siendo excluido por los otros, y esto le puede funcionar con sus votantes clásicos, pero también le está pasando factura”, resume Matthijs Rooduijn, politólogo de la Universidad de Ámsterdam. “Lo más posible ahora mismo es que tengamos un gobierno de centro con estos tres primeros partidos mainstream , e igual se les sume el VVD. Está por ver si pueden lograr una mayoría sin ellos”, vaticina el experto.

Ahora, la gran pregunta es si del resultado de estas elecciones los neerlandeses van a poder obtener un gobierno estable durante los próximos cuatro años. El hartazgo por tener que volver a votar la composición de su Parlamento por tercera vez en cinco años es notorio en la calle. Los dos gabinetes previos al de Schoof, ambos dirigidos por el liberal Mark Rutte –ahora secretario general de la OTAN– también terminaron antes de tiempo. El primero en el 2021 se agotó tras un escándalo de la Agencia Tributaria. El segundo, el que dio la victoria arrolladora de Wilders en el 2023, por divisiones internas sobre el sistema de acogida.

“Me gusta mucho, pero no ha cumplido lo que prometía”, decía una de sus votantes desencantadas

“Me gusta mucho Wilders, pero ha dicho muchísimas cosas y no ha cumplido con lo que prometía”, lamentaba Nazareth, una convencida del PVV que, para protestar por la decisión del ultraderechista de romper el último ejecutivo, ha decidido dar un voto simbólico a los animalistas. “En el pasado voté a Wilders, pero ya no. Habla demasiado y no ha conseguido nada”, coincidía Aart, un jubilado que acude a votar en el colegio electoral de Duindorp, un barrio costero de La Haya donde en el 2023 casi el 60% de los votantes apostaron por el ultraderechista.

“Es un alivio que Wilders no vaya a gobernar. Este último año ha sido un fracaso tras otro”, opinaba uno de los pocos votantes socialdemócratas en el colegio electoral de Duindorp.

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