La cólera de los agricultores y ganaderos franceses está provocando graves problemas de tráfico en múltiples puntos de Francia debido al bloqueo de autopistas, una situación que podría prolongarse hasta Navidad. Dos son los motivos del nuevo estallido de rabia del sector del campo francés: la gestión de la grave epidemia de dermatosis nodular contagiosa, que afecta a las vacas, y la perspectiva de una firma inminente por la Unión Europea del acuerdo de librecambio con Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay).
La crisis resulta muy delicada para el frágil Gobierno de Sébastien Lecornu y para el propio presidente Emmanuel Macron, cuya autoridad interna y externa está muy debilitada. El Ejecutivo, más ocupado -como sus efímeros predecesores- en su supervivencia política que en la administración eficaz del país, se ha visto desbordado. Sus medidas llegan tarde.
La extrema derecha presiona a Macron para que rechace en Bruselas el tratado de libre cambio
Tractores, camiones, remolques y montañas de estiércol impiden la circulación en numerosos puntos. Por ejemplo, la vía más rápida y cómoda de comunicación por carretera entre París y Barcelona a través de las autopistas A71 y A75, que surcan el Macizo Central, está inutilizada en diversos tramos, entre Clermont-Ferrand y Millau, durante decenas de kilómetros, haciendo inviables los itinerarios alternativos. Tampoco es posible la ruta por Limoges y Toulouse, por el corte de la A20 a la altura de Cahors. Hay otras autopistas cortadas entre Toulouse y Bayona y entre la capital occitana y Carcasona, así como varias vías de la zona de Burdeos y de Poitiers que complican el acceso a la frontera española por el País Vasco. Las acciones podrían extenderse en los próximos días, provocando un auténtico caos en los desplazamientos vacacionales Están afectadas asimismo algunas vías férreas en el sur.
La autopista A61, cortada a la altura de Carcasona
Como tantas veces en Francia, la policía emplea la táctica de laissez-faire (dejar hacer), para no entrar en un enfrentamiento directo. Los agentes se limitan casi siempre a observar cómo las vías de comunicación quedan bloqueadas, causando molestias y pérdidas económicas cuantiosas a los transportistas. Se trata de una tolerancia y un estoicismo ante las protestas –y a veces también ante el vandalismo– que serían difíciles de imaginar en otros países. El Gobierno juega el juego de la tolerancia porque las encuestas muestran que una mayoría de franceses simpatiza con las reivindicaciones. Lo mismo ocurría durante la revuelta de los chalecos amarillos , en 2018-2019, pese a los destrozos que se producían cada fin de semana, durante meses.
La dermatosis nodular contagiosa, que no puede pasar a las personas, es una enfermedad muy dolorosa que debilita mucho a las vacas por la fiebre, la inflamación cutánea, en la boca, ojos, nódulos linfáticos, problemas respiratorios, cojera, abortos e infertilidad. El 50% de un rebaño puede contagiarse si hay un caso. La mortalidad es del 10%. Este virus originario del norte de África también ataca a los búfalos de agua y a los bisontes. Los protocolos prevén sacrificar a todas las vacas de una explotación si enferma uno solo de los animales. Ese es uno de los puntos que exasperan a los ganaderos, que piden más flexibilidad.
El Gobierno ha prometido vacunar a 750.000 reses de aquí al 31 de diciembre, una tarea colosal que requiere movilizar con urgencia a centenares de veterinarios adicionales y estudiantes del oficio. También se importarán de Holanda 400.000 dosis de la vacuna, que necesita de varias semanas para ser efectiva. Muchos se preguntan por qué no se habían realizado antes vacunaciones preventivas.
Una protesta en la A9, en Narbona
La extrema derecha, muy fuerte en los sondeos, aprovecha la coyuntura para tratar de ganar puntos. El asunto Mercosur le va como un guante al Reagrupamiento Nacional (RN) para su retórica antieuropea, de culpar a los globalistas de Bruselas de todos los males, incluida la ruina de los granjeros.
El presidente de RN, Jordan Bardella, que es eurodiputado, tomó la palabra para solidarizarse con una manifestación de agricultores en Estrasburgo. Su colega Gilles Pennelle instó a la policía a “no enfrentarse con aquellos que nos alimentan” y, por tanto, a tolerar el corte de carreteras y autopistas.
La jefa del grupo parlamentario del RN en la Asamblea Nacional y tres veces candidata al Elíseo, Marine Le Pen, exhortó a Macron a “decir no”, de manera definitiva, a Mercosur en el Consejo Europeo de hoy y mañana, y no solo a pedir un aplazamiento de la firma, que debía producirse este sábado en Foz do Iguazú (Brasil). “Hay que decir no porque nos va la supervivencia de nuestra agricultura y, por consiguiente, la soberanía de nuestro país”, sugiriendo que el presidente de la República recurra al método de “la silla vacía”, practicado por el general De Gaulle en los años sesenta del siglo pasado. Para Le Pen, Macron “ha llevado al paroxismo el arte del doble discurso”.
