Las Claves
- Miles de ciudadanos y comerciantes protestan en Teherán por el elevado coste de vida y el aumento desmedido de los precios actuales.
- Estudiantes de universidades como Sharif y
El panorama financiero de Irán, definido por el elevado coste de vida y un incremento de precios desmedido, ha impulsado a millares de pobladores y mercaderes a protestar en las vías de Teherán. Las movilizaciones, iniciadas el domingo de forma imprevista, se desarrollaron en el principal bazar de dispositivos celulares de la urbe iraní y se han prolongado hasta el martes por el núcleo de la metrópoli.
Como respuesta a los ciudadanos, el mandatario de Irán Massoud Pezeshkian pidió prestar atención a “las demandas legítimas” de quienes se manifiestan “para que el gobierno pueda actuar con todos sus recursos, resolver los problemas y obrar de manera responsable”. En este sentido, el jefe del legislativo, Mohammad Bagher Ghalibaf, urgió a los parlamentarios y autoridades a asumir “las medidas necesarias para aumentar el poder adquisitivo de la población”.
Durante esta tercera jornada de protestas se han sumado igualmente los alumnos, quienes se movilizaron en la capital y en Isfahán. “Estas manifestaciones tuvieron lugar en la Universidad de Teherán, Beheshti, Khajeh Nasir, Sharif, Amir Kabir, Ciencias y Cultura, la Universidad de Ciencias y Tecnología”, centros educativos que figuran entre los más reconocidos de Irán, además de en la Universidad de Tecnología de Isfahán, según informó la agencia iraní Ilna.
Irán suspenderá las actividades en los centros de enseñanza, las entidades financieras y las dependencias estatales a lo largo de la jornada del miércoles.
A pesar de lo manifestado, Ghalibaf alertó sobre la posibilidad de que las movilizaciones resulten manipuladas con el fin de generar “caos y disturbios”. Los representantes del régimen iraní suelen responsabilizar a naciones foráneas de instigar disturbios en el territorio nacional.
Las reuniones de estas dos jornadas se focalizaron mayormente en el casco céntrico de Teherán, una zona de gran actividad mercantil, aunque en los demás sectores de la urbe los establecimientos operan de forma habitual. Por determinación gubernamental, —a causa de las bajas temperaturas y con el fin de reducir el consumo energético de acuerdo con la prensa oficial— colegios, entidades bancarias e instituciones estatales no abrirán sus puertas este miércoles, tanto en la metrópoli como en diversos puntos del territorio nacional.
Comerciantes de Irán protestan por la situación económica, mientras las fuerzas de seguridad emplean gases irritantes en Teherán.
La divisa iraní, progresivamente más frágil bajo el marco de las sanciones occidentales, registró el domingo su valor más bajo hasta la fecha ante el dólar. Esta inestabilidad financiera ha causado un incremento de los precios de forma repentina y de una jornada a otra. El escenario actual detiene el comercio de diversos productos importados, debido a que tanto comerciantes como clientes optan por retrasar tales operaciones a la espera de una mayor certidumbre sobre el panorama económico.
El persistente proceso hiperinflacionario en Irán —lugar donde el coste de vida se ha incrementado un 52% durante el presente ejercicio— se ha intensificado debido al establecimiento de recientes penalizaciones globales por parte de la ONU al concluir el mes de septiembre, relacionadas con el desarrollo atómico iraní. Dichas medidas, aplicadas nuevamente tras una década, se añaden a los castigos económicos de Occidente que Teherán padece desde hace muchos años.
El sistema iraní podría hallarse en una posición complicada motivada por la vuelta de la inestabilidad política regional ante las advertencias de Israel de lanzar otra serie de ataques para desmantelar el proyecto nuclear de la nación. La fase inicial de ofensivas forzó a los gobernantes a flexibilizar las normas sociales (permitiendo que las mujeres no usen velo) en un marco de progresivo descontento entre la ciudadanía.
