‘La montaña del tesoro’
En la montaña de Montserrat se construyó durante la guerra... ¡un velódromo! ¿Para qué? Para fortalecer en bicicleta las piernas de los heridos que se rehabilitaban tras una cirugía. En la montaña de Montserrat se filmó durante la guerra Sierra de Teruel, película de Max Aub y André Malraux, con extras locales. Estos detalles cuenta Gironell, que los ha descubierto y ensamblado como piezas del puzle novelístico de La muntanya del tresor / La montaña del tesoro (Columna / Destino). Ha buscado en la montaña inspiración, y me aconseja visitar las cuevas del Salnitre de Collbató... Él se enorgullece de que muchos de sus lectores le confiesen sentir renovada atracción por Montserrat tras leer su novela. Gironell es feliz escribiendo libros y no le tienta volver a la tele.
Nos informaba usted del tráfico rodado.
En TV3, sí: fue lo último que hice como periodista, mi oficio desde los 14 años.
¿Tan temprano debutó?
Trabajé en varias emisoras de radio, y luego en la tele. Mi pasión era ya comunicar. También ya comunicaba como guía.
¿Era guía?
Guía turístico en Besalú, mi pueblo. De ahí nació la historia de El pont dels jueus .
Su primera novela, de gran éxito.
Más de 100.000 ejemplares, y con lectores incontables... Siguieron otras novelas.
Y dejó usted la tele.
En el 2018, para cultivar mi huerto literario: un libro es un medio de comunicación.
¿Qué aspira a comunicar usted?
Qué sucedió en un lugar y tiempo en que nosotros no estábamos.
¿Novela histórica?
Nos gusta, somos curiosos y queremos conocer de modo emocionante y ameno. Yo disfruto investigando un episodio y relatándolo como una ficción.
¿Qué episodio acaba de recrear?
Hechos mal conocidos del Montserrat de la Guerra Civil, entre 1936 y 1939.
¿Por qué le ha interesado tanto?
Porque la montaña de Montserrat y su abadía ejercen un poderoso influjo emocional en el ánimo de todos los catalanes, creyentes o no, piensen como piensen...
A mi padre le conmovía el Virolai...
Pues ya me entiende usted.
Casi me metió de escolanet...
Como Benet, niño protagonista de mi novela última: La muntanya del tresor.
En 1938, herido en el frente del Ebro, a mi tío Josep le internaron en Montserrat.
Hubo hospital de sangre, lo supe al documentarme: recibió a miles de soldados heridos, primero en la Colònia Puig, y luego en el monasterio. Operó el doctor Trueta.
¿Creo que inventó una cura, no?
Trueta desplegó un protocolo de cura de grandes heridas que salvó miles de vidas.
¿Qué trama urde en su novela?
Un viejo monje le confía al niño Benet la existencia de un secreto, ¡un tesoro! Y mientras lo busca, el niño presencia todo lo que está sucediendo en Montserrat.
¿Como por ejemplo...?
Un soldado llamado Manuel Altolaguirre usó la imprenta de la abadía para editar el primer libro de Pablo Neruda España en el corazón . ¡El poder de la palabra, siempre!
Otro.
En Montserrat se celebró el penúltimo pleno del Congreso de los Diputados de la República Española, con la Pasionaria incluida.
¿Era un lugar seguro?
Sí, porque era “edificio requisado por la Generalitat como servicio a las instituciones del pueblo”. ¡Sin misas, de eso nada!
Pero sobrevivió.
Los franquistas, apoyados por la Iglesia, no lo bombardeaban, por ser lugar sacro.
¿Subieron allá muchos políticos?
Durante la guerra pasaron semanas en Montserrat de Lluís Companys a Manuel Azaña. Y algunas figuras populares.
¿Famosos? ¿Por ejemplo?
La Bella Dorita, la vedette, aclamada por su belleza: actuó en Monistrol para entretener a los locales. ¡Qué contraste, la oscura Moreneta y la blanca Bella Dorita!
¿Y refugiados, los hubo?
Hubo monjes emboscados en la montaña, en cuevas. Montserrat es, también, refugio simbólico para todos. Se quedaron en la abadía solo tres monjes, dos muy ancianos y el portero derechista Fra Areso.
¿Acabó bien Fra Areso?
Detenido por espía, nunca más se supo.
Tendría todas las llaves de la abadía, incluida la biblioteca de Montserrat...
Con ejemplares singulares como Speculum al foder : posturas sexuales. O un manual para cultivar tabaco: en Montserrat se cultivó la codiciada hoja del tabaco.
Y debía de contener también arte.
Piezas que consiguió en Oriente mosén Ubach, momias incluidas. Y aquí llegaron desde Madrid, en camiones, los cuadros sacados del Museo del Prado...
Para salvarlos.
Aquí estuvieron seguros unos días, pero al ver llegar a las tropas franquistas, se empaquetaron y salieron rumbo a Francia.
¿Cuándo corrió peligro Montserrat?
En 1936, ante anarquistas con bidones de gasolina. Unos mossos armados les disuadieron. Y de nuevo en 1939: ante la inminente derrota, un hombre recibió la orden de volar el recinto con dinamita, el doctor Josep Riu Porta, al frente del hospital del monasterio... ¡y desobedeció!
¡Menos mal! ¿Y halló Benet el tesoro?
Cada persona encuentra en Montserrat su propio tesoro. Me gusta esta frase de Goethe, de 1816: “No encontrarás más felicidad y paz que en tu propio Montserrat”.
