Mauricio Umansky,fundó The Agency y protagoniza ‘Beverly Hills a la venta’ en Netflix:

“Vendí casas al emir de Qatar, Lady Gaga, Jordan: les vendí un cuento”

Tengo 55 años; como y hago ejercicio una vez al día. Nací en México y desde los 6 años crecí en Los Ángeles. Soy judío y creyente. Tengo cuatro hijas y les anuncié mi divorcio durante mi ‘reality’ en Netflix. Barcelona tiene casas tan lujosas como Beverly Hills y Madrid concentra hoy la inversión latina, por eso invierto aquí. (Foto: Ana Jiménez)

¿Le costó vender la mansión Playboy?

Vender es contar un cuento y vender casas de lujo es vender con ese cuento el estilo de vida que tendrán al comprarla.

Pues cuénteme ese cuento.

“En esta casa vas a hacer negocios con ve­cinos como tú; tienes un parque para los niños; tendrás vida social... Hay un speakeasy (un bar clandestino) si te apetece...”.

¿Y qué vendió a Lady Gaga?

Vendí casas al emir de Qatar, a Lady Gaga, a Michael Jordan... Les vendí un cuento como a Michael Jackson en su día: una narrativa en la que la casa estaría a la altura de sus vidas. Así vendí también la casa de Walt Disney.

¿Por eso Netflix le encargó el reality sobre su vida y sus casas?

Les interesó el negocio del lujo.

¿Por eso lleva 15 años en pantalla con diversos formatos?

Al principio, el show era un reality con señoras de Beverly Hills, pero se iban juntando en sucesivas temporadas y empezaron a pelearse con mi esposa.

¿Kyle Richards? La recuerdo de La casa de la pradera de la tele de mi infancia.

Era mi esposa entonces y eran casas de 20 o 23 millones de dólares, casas enormes... Pero era una oportunidad única de transformar un reality en un negocio inmobiliario, y un negocio en un reality.

¿Lo consiguió?

Parecía que sí hasta que esas mujeres de Beverly Hills empezaron a pelearse en cada programa con mi esposa.

Lo siento.

Estoy acostumbrado a los realities, pero la verdad es que fue difícil hacer pública en la tele nuestra separación.

Lo vi en su programa: sus hijas lloran.

Es que su madre y su padre se separaban y mis cuatro hijas se enteraron así.

¿Se puede ser más Los Ángeles?

LA hoy son las plataformas; es Netflix, y en ese mundo nuestro, todo va muy rápido.

¿Demasiado a veces?

Si te estresas, siempre puedes pillarte un pitch down en Malibú.

¿Demasiado rápido para Barcelona?

En Barcelona he visto casas y sé de fortunas que no tienen nada que envidiar a las de Beverly Hills.

Son más discretas...

Eso sí...

¿A quién le compró y vendió esa casa de 40 millones de euros que me dicen?

Quiero vivir en Europa y tengo oficinas en Barcelona y Madrid, donde está llegando mucho dinero de Latinoamérica.

Veo que no quiere contestar.

Hay lujo en todas partes. El lujo es un servicio y yo me dedico a darlo.

¿El lujo es siempre el mismo para todo el mundo o es más bien personal?

Va cambiando con el tiempo. Antes, en los noventa, pedían que se notara el dinero con mármol y oro; después el lujo se volvió minimalista, diseño y espacios enormes, y ahora es salud y longevidad. Se pasó de tener una sala de cine en casa a tener supergimnasio.

¿Cómo funciona su reality, que es su agencia, su negocio, familia y vida?

En cada capítulo de Beverly Hills a la venta mostramos las casas en venta que tenemos en The Agency en exclusiva, y los dueños explican algunos entresijos de su vida: sus negocios, sus sueños y ambiciones...

¿Y usted se queda las mejores casas?

Mis clientes suelen tener tres casas: la de la montaña para esquiar, la de la playa y la de su ciudad. Yo tengo la de Aspen y otra en Los Angeles, mi ciudad y mi playa con gimnasio, alberca, campo de golf, río...

¿Una vida de lujo?

Si quieres vender lujo a gente que se lo puede pagar, tienes que vivir como ellos, y si no, no te harán caso. Yo empecé vendiendo ropa y luego monté mi marca y vendí, vendí, vendí, pero cuando empezamos a fabricar, no supe hacerlo. Y empecé de nuevo: sirvo para vender y no para producir.

¿Al principio tenía dinero?

Pedí un préstamo para comprarme un Mercedes sedán bien lindo y ahí empecé también a vender bien lindo. Subía a los compradores al coche y les enseñaba mis casas en cartera.

¿Un truco para vender una casa?

La gente compra por miedo a que otro se la quite. Para lograrlo puedes empezar poniendo un precio bajo y esperar a que pujen entre llamadas, o a la holandesa...

¿Subasta inversa?

Empiezas con un precio muy alto y lo vas bajando, es emocionante.

¿Y si no hay compradores?

Los vas a buscar. La casa de Playboy se la vendimos al vecino, el dueño de Twinkies y Smucker’s, y nos inventamos un comprador que le dio tanto miedo que acabó quedándosela él a buen precio.

¿Cuál ha sido su venta más difícil?

Vender la casa donde vivían parejas que se están divorciando es lo más difícil.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...