Frances Westall,astrobióloga; descubrió el rastro de vida más antiguo sobre la Tierra:

“La química evoluciona hasta la vida: aquí y en otros planetas”

¿Edad? Soy científica en un área dominada por hombres y no ha sido fácil; ahora lucho contra el cáncer y voy ganando. Nací en Sudáfrica, pero he investigado en EE.UU., Francia, Italia y el Reino Unido. Formo parte de la misión europea ExoMars en busca vida en Marte. Colaboro con CosmoCaixa. (Foto: Miquel Muñoz / Shooting)

¿Por qué está tan segura de que hay vida en otros planetas?

Porque la biología siempre es una evolución de la química.

¿Y la química?

De la física. Las leyes que estudia la física crearon las moléculas y las juntaron y produjeron reacciones químicas en las que surgieron galaxias, estrellas y planetas. También aparecieron así entornos habitables.

¿Por qué unos lo eran y otros no?

Lo son los que tenían agua, moléculas orgánicas y una fuente de energía.

¿Eso es la Tierra?

Y por eso aquí apareció la vida. Y es mi conclusión para el universo: la química evoluciona siempre hacia la vida, por eso tiene que haber vida también en otros planetas.

¿Vida como la nuestra?

No necesariamente: hay muchas vías químicas para generar vida. En la Tierra surgió la nuestra, pero en otros planeta la vida pudo surgir por otras vías.

Ahora necesitamos que defina vida.

No es fácil. Y espero que las formas de vida que haya en otros planetas sean más inteligentes que la nuestra. Además, lo más probable es que desaparezcamos como especie como tantas otras antes de la nuestra.

¿Lo relevante es el mientras tanto?

Creo que lo más probable es que la vida en otros planetas sea microbiana.

¿Por qué?

Porque la particularidad de la vida en la Tierra es la fotosíntesis y esa fotosíntesis es oxigénica. Consiste en la capacidad de extraer oxígeno de las moléculas de agua. Y el oxígeno permite a los organismos obtener más energía más deprisa.

¿Y evolucionar como nosotros?

Y hace que los microbios evolucionen hasta ser organismos más grandes, como ha pasado en la Tierra. Así que debe haber otras formas de vida en el universo que hayan evolucionado de la física y la química a la biología; pero no necesariamente como la nuestra.

¿Y si no llegamos a conocerlas nunca?

Es posible, porque sabemos que nada es más rápido que la luz y nunca podremos superar su velocidad, así que si estas formas de vida están a demasiados años luz no las veremos.

¿Por qué estamos precisamente aquí?

Eso me pregunto yo a veces y he llegado a pensar que tal vez nuestra evolución tenga algo de autodestructiva. Desde luego lo pienso al observar ciertas conductas.

¿Y después de la extinción humana?

Le he dicho que el oxígeno nos permitió evolucionar, pero en un principio el oxígeno era venenoso para las formas de vida existentes en el planeta. De algún modo, algunas lograron –tal vez una mutación que llegó de otro sitio– ir adaptándose a él. Otras no lo lograron. Y fue la primera gran extinción.

¿Cuál fue su momento eureka en el que creyó en la vida extraterrestre?

He tenido varios. El primero fue cuando descubrí el primer fósil de bacteria en sedimentos marinos a gran profundidad.

Enhorabuena.

Estábamos en el sur del Atlántico y me emocioné viendo aquellas bacterias fosilizadas –una forma de vida– en el fondo del océano.

¿Qué dedujo?

Me hice dos preguntas: ¿cómo pueden fosilizarse los microbios bajo el mar?, y ¿cómo hemos llegado a poder reconocerlos?

Las dos llevan muy lejos.

Fui yo la descubridora, pero gracias a los microscopios. Los amo. Paso horas y horas disfrutando de un buen microscopio y fue casualidad en el goce, serendipia, que viera aquella bacteria fosilizada. Se preguntará si sirve de algo descubrir un microbio fósil...

Si me lo preguntara no estaría aquí.

Ni yo los hubiera descubierto. Tal vez algún día entender cómo se fosiliza un microbio nos salve de una pandemia.

O no, pero ¿ha valido la pena?

Me lo planteo a menudo y sé que la humanidad seguiría existiendo sin mí. Y el segundo momento eureka lo tuve al examinar al­gunas de las rocas más antiguas de la Tierra –soy geóloga de formación– y volver a descubrir en ellas fósiles de bacteria: hubo vida casi desde el principio en nuestro planeta.

Las leyes de la física llevan a las de la química, y la química a la biología: la vida.

...En todo el universo. Siempre lo he creído así. Y al ver aquel fósil en el microscopio lo primero que hice fue llamar a mis padres para contarles que había descubierto el rastro de vida más antiguo en la Tierra. Y aún tuve un tercer momento eureka, pero este ya muy personal.

Cuéntenos.

Trabajé en el Johnson Space Center de Houston y conocí allí a a dos de los astronautas que caminaron sobre la Luna... Y al verlos tan mayores, sentí lo efímeros que somos.

¿Y...?

Pero en su emoción al hablar conmigo del espacio y de su viaje también descubrí que no quiero retirarme: siempre querré saber más y contarlo.

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