El 56,8% de las barcelonesas ha sufrido acoso o agresiones sexuales en el ámbito social o familiar desde los 15 años, y de éstas, el 26,4% ha sido víctima de ciberacoso, según datos del Ayuntamiento. En Catalunya, el 28% de mujeres ha sufrido violencia digital, y más de la mitad ha visto cómo se difundían imágenes suyas sin su consentimiento, tal y como recoge la "Encuesta de violencias machistas de Catalunya".
La expansión de las redes sociales y de la comunicación online ha desplazado las actitudes machistas hacia el ámbito digital, donde adoptan formas diversas: insultos, control, amenazas, difusión de contenidos sin consentimiento o vigilancia de la actividad en la red. Detrás de las pantallas se esconden patrones de violencia que provocan un impacto grave en la libertad y la salud emocional de las mujeres. La situación es aún más preocupante si se tiene en cuenta que el 88% de las agredidas, según el estudio "Las ciberviolencias machistas" (Antígona-UAB y Donestech, 2019) no se denuncian por la falta de pruebas, el anonimato del agresor o la desconfianza institucional.
