Un total de 19 cámaras de videovigilancia se activarán en Granada para evitar que los barrios con mayor patrimonial, como el del Albaycín (frente a La Alhambra), se levanten con pintadas vandálicas y grafitis que empañen su belleza. Así lo ha determinado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que ha autorizado la instalación de estos aparatos para proteger la zona, uno de los puntos turísticos con más afluencia de Andalucía.
El visto bueno a la medida por parte del Comité de Garantías, que ha dado a conocer hoy, ha sido bien recibido por la alcaldesa del reino nazarí, Marifrán Carazo, quien ha adelantado que este es un paso más en la lucha contra este tipo de “lacra” que ensucia, no sólo edificaciones privadas, sino también públicas y bienes de interés cultural.

Otras pintadas en el mismo barrio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1994.
La primera edil, en declaraciones a los medios, ha insistido en que esta problemática debe afrontarte “desde todos los frentes”, y para ello confía en las acciones educativas implementadas en los centros escolares, de manera que los vecinos más pequeños tengan conciencia del valor y riqueza de su ciudad, así como en “la ayuda de los granadinos”.
Pero para los vecinos de la zona, aunque necesaria, esta dotación de videovigilancia que se distribuirá en los entornos del Mirador de San Miguel, del Albaycín y del Realejo, se queda corta ante la problemática a la que se enfrentan desde hace ya demasiados años. Por ello, reclaman un acuerdo entre administraciones (ayuntamiento y Junta de Andalucía) que permita borrar en cuestión de horas, superando los trámites burocráticos ahora existentes, las pintadas. Sería un protocolo que permitiera la actuación inmediata para borrar los restos de estos actos que, tal y como alega la Asociación de Andalucía para la Unesco, podría debilitar la candidatura de Granada a ser Capital Europea de la Cultura 2031.
Granada se despierta con pintadas en edificios BICs
No es un problema nuevo, pero sí algo que se está convirtiendo en una especia de moda que atenta contra el patrimonio granadino. De la noche a la mañana, las fachadas de algunas edificaciones, muchas de ellas de gran valor cultural y declaradas como Bienes de Interés Cultural, amanecen vandalizadas. La muralla nazarí del Albayzín, con ocho siglos de historia, ha sido víctima de estas ‘hazañas’ que, por otra parte, se van multiplicando en diferentes zonas del casco histórico.
Sólo el pasado 9 de mayo se llegaron a contabilizar hasta una veintena de estas pintadas, algo que genera mucho malestar, tristeza e impotencia entre los vecinos de los puntos afectados y demás granadinos y turistas. Ahora también proliferan ahora las micropintadas, pese a las sanciones económicas que conllevan sus actos, multas que oscilan entre los 3.000 euros si el inmueble afectado es privado o hasta los 250.000 euros, e incluso penas de cárcel, si los daños se producen en un bien de interés cultural.
Por su parte, la Asociación de Andalucía para la Unesco mostró su preocupación recientemente ante este tipo de vandalismo que lleva sucediéndose desde hace más de dos décadas en lugares reconocidos como Patrimonio Mundial desde 1994, y pide más vigilancia en el patrimonio y más campañas de educación y concienciación. En un comunicado, los miembros de la entidad ponían de relieve que la situación que vive la ciudad repercute negativa en su imagen, así como “la dejadez o la falta de una respuesta efectiva ante estos actos” puede dificultar que llegue a convertirse en sede de la cultura en Europa en 2031.