“No hay mal que por bien no venga, el parón de la Copa del América nos ha servido para reflexionar”, dijo este martes el presidente del Salón Náutico de Barcelona, Luis Conde, durante la presentación de la feria de embarcaciones más importante de España. Fruto de esta cavilación, que ha dado pie a un plan estratégico a años vista, el evento, que se llevará a cabo del 8 al 12 de octubre, cambia de estrategia.
El propósito ahora, después de no llevarse a cabo el año pasado por la celebración de la competición deportiva, es atraer a un público con más capacidad de compra, internacional, personas dispuestas a invertir en la adquisición de un barco. En esencia, a la organización ya no le importa tanto sumar grandes cantidades de visitantes llenando el Port Vell. Priman que los que se acerquen hasta la fachada marítima de la capital catalana estén muy interesados en adquirir un navío.
El evento reunirá a cerca de 200 expositores y aumentará la oferta de gran eslora
Conde relató que este cambio de rumbo del Salón Náutico está “muy trabajado, con estudios de empresas externas”. “Ahora nos vamos a enfocar más en el comprador”, señaló. De hecho, este año se espera una asistencia de personas sensiblemente inferior a otras ocasiones. El ámbito más popular del anterior Náutico queda para otro evento paralelo, que ya se verá cuando se celebrará. Respecto a la oferta, Conde dijo que antes la feria “tenía de todo un poco” y que ahora se va a “primar la calidad sobre la cantidad”.
Con todo, se espera la participación de cerca de 200 expositores y unas 500 embarcaciones, con una muestra flotante de 130. Los barcos de gran eslora significarán el 24% de la oferta, el doble que en otras ediciones. “No recogíamos con suficiente intensidad la gran eslora, que tiene un público más cualificado con alta capacidad de compra”, reconoció el director del salón, Josep Antoni Llopart. “Hemos reubicado a las pequeñas embarcaciones en tierra”, agregó.

Llopart, Carbonell, Conde y Carrasco, este martes en rueda de prensa
Esta apuesta por los barcos más grandes va acompañada de la incorporación del muelle de Barcelona a la exposición. Una embarcación de De Antonio Yachts conectará este muelle con el de Espanya para facilitar la experiencia de los visitantes.
Por otro lado, se presentarán 56 novedades, 26 de ellas del ámbito de los catamaranes y se contará con la presencia de ocho de los candidatos a mejor barco europeo del año. Además, Horizon presentará internacionalmente en Barcelona su nuevo Fd100.
La divulgación, de la mano del Port de Barcelona
El Port de Barcelona participará en el Salón Náutico impulsando un espacio de divulgación y debate situado en la terminal Drassanes. En él se llevarán a cabo una treintena de actividades centradas en seis ejes temáticos: innovación y tecnología azul, sostenibilidad y medio ambiente marino, seguridad en el mar, regatas y competiciones, formación y ocupaciones azules y mujer e inclusión en el mar.
El puerto ha contado con la colaboración del Barcelona Clúster Nàutic y la fundación Barcelona Capital Nàutica en la organización del programa. Un centenar de ponentes participarán en la iniciativa. “Reafirmamos nuestro compromiso con la economía azul y la relación entre la ciudad y el puerto”, señaló el presidente del Port, José Alberto Carbonell.
Con todo, se contará con astilleros de relevancia internacional como Brunswick y el grupo Beneteau. También marcas como Absolute, Azimut, Bluegame, Excess, Fyord, Garmin, Girbau, Jeanneau, Pardo, Leopard, Fountaine Pajot, Lagoon, Movilmotors, Nuva, Touron o Rodman, entre otras.
Según Llopart, el Salón Náutico se encuentra en una “fase de transformación” y la edición de este año supondrá un “punto de inflexión”. En este sentido, se pretende aumentar la cifra de visitantes internacionales. Su mercado tradicional es Francia, Italia y Alemania, pero la organización se está esforzando para atraer también a personas de los Países Bajos porque son una “oportunidad”. “Por primera vez, hemos realizado campañas de promoción en China”, destacó.
En esta búsqueda del visitante exclusivo, en el muelle de Drassanes, en la zona del Portal de la Pau, se instalará un espacio de 2.500 metros cuadrados que, según Llopart, aspira a ser el “corazón social y de negocios del salón y de la ciudad”. Esta zona, apodada Village, contará con un menú degustación diseñado por el prestigioso chef Rafa Zafra.
Desde Fira, organizadora del evento, se agradeció la implicación del Port de Barcelona con la feria. El presidente de la autoridad portuaria, José Alberto Carbonell, tildó al Salón Náutico como el “evento más importante que se realiza a lo largo del año en el Port Vell”. También dio la bienvenida a su “reposicionamiento”.
“Para el sector, es muy importante tener un Salón Náutico de Barcelona muy fuerte”, dijo por su parte Jordi Carrasco, director general de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (Anen). “Tenemos que recuperar relevancia con el viento que nos dejó la Copa del América”, añadió el dirigente de la patronal.