Bev Craig, alcaldesa de Manchester: “Toda Europa está pendiente de lo que hace Barcelona con los pisos turísticos”
Barcelona celebra su fiesta mayor. La ciudad invitada
Craig destaca las sinergias a nivel cultural y de transformación económica entre su ciudad y Barcelona
Craig, junto a los dos nuevos gigantes de Barcelona, inspirados en las simbólicas abejas de Manchester
Se declara optimista y energía no le falta. Ha arrancado el día corriendo por el centro de Barcelona. Craig nació en Belfast y se mudó a Manchester por ciudad abierta y liberal, por su universidad (estudió Políticas e Historia Moderna) y, sobre todo, porque era fan de la serie Queer as Folk y del Manchester United. Se involucró en un sindicato y en 2009 se afilió al partido Laborista. Ha vuelto a Barcelona –ha estado en la Smart City y otras citas– para festejar la Mercè como alcaldesa (fue nombrada en 2021, con 36 años), de la ciudad invitada.
¿Qué tienen en común ahora Barcelona y Manchester?
Mucho, por su espíritu, ese fuerte sentido del orgullo y la identidad catalana, que realmente resuena con lo que tenemos en el norte de Inglaterra, en Manchester, y con nuestra propia identidad y orgullo. Me siento bien aquí y, como muchos catalanes, intento alejarme de los turistas.
¿Pep Guardiola es un buen embajador?
¡Sí! Y creo que todo el mundo en Manchester le quiere, incluso los amigos del Manchester United. Cuando se mudó, el City Football Club le ayudó a abrir un restaurante porque le preocupaba el tema culinario de Manchester y estaba tan orgulloso de su comida catalana... Ahora tenemos un restaurante catalán propiedad de Guardiola y sus colegas.
Y Barcelona tiene las abejas de Manchester en formato gigante…
Para mí ha sido realmente histórico. Manchester se fijó en lo que hizo Barcelona para los Juegos Olímpicos y en la transformación de una zona industrial a través del deporte y la cultura. Y en 2002 cuando celebramos los Juegos de la Commonwealth, adoptamos un enfoque similar. A lo largo de las décadas, siempre nos hemos mirado mutuamente para seguir el progreso de cada uno y ha habido una colaboración muy profunda.
Área metropolitana
El Gran Manchester gestiona toda la movilidad y seguridad de 3,2 millones de personas
La gobernanza es distinta, su Gran Manchester, que sería algo así como nuestra área metropolitana, tiene más competencias...
Nuestra gobernanza es complicada... El Reino Unido sigue siendo uno de los países más centralizados. Manchester luchó para tener más competencias del gobierno central y por eso se creó el Gran Manchester. Mi trabajo como alcaldesa de la ciudad consiste en gestionar el núcleo urbano, de 630.000 habitantes. Pero también soy teniente de alcalde del gobierno regional, con una población de 3,2 millones y todas las competencias en movilidad, seguridad y cierta planificación estratégica.
¿Urbanismo?
Todavía no...
En Barcelona, el acceso a la vivienda es ahora el principal problema, ¿también es el suyo?
Es uno de nuestros grandes problemas, y algo de lo que he hablado mucho con Jaume Collboni y Laia Bonet. Collboni lidera el grupo de vivienda de Mayors for Hausing... pero el problema en Manchester es algo distinto.
¿En qué sentido es diferente?
Estamos construyendo. Cuando mi administración asumió el poder en 2021, hacía años que no se construían viviendas asequibles. En 2022 aprobamos un plan para hacer 10.000 viendas sociales en diez años. El año pasado construimos más que en los últimos quince. Eso no resolverá la crisis por completo pero también ayuda la decisión del Partido Laborista a nivel nacional, que destinará 39.000 millones adicionales. Son retos similares, pero tenemos un parque de viviendas públicas diferente, en Manchester es del 30%.
¿El problema de la vivienda y el turismo están relacionados?
Sí. Y toda Europa está pendiente de Barcelona en lo que respecta a los pisos turísticos y Airbnb. Nadie ha conseguido que Airbnb rinda cuentas y se adapte a la planificación urbana. En Manchester nos hemos centramos en construir hoteles rápidamente para intentar limitar el crecimiento de Airbnb. Pero, sin duda, el mundo viene a ver Barcelona y siempre hay atención sobre cómo preserváis lo que os hace especiales.
Eliminar todos los pisos turísticos es una decisión controvertida. La demanda existe...
Pero a veces un precio más alto atrae a un tipo de persona diferente. Y mira, como británica diré que, a veces, los británicos, cuando se van de vacaciones... Hay diferentes tipos de turistas que quieres atraer a tu ciudad. Y esta, creo que hay unas 10.000 licencias de pisos turísticos, parece ser una forma bastante inteligente de hacerlo. También se trata del espacio público, de las tiendas. ¿Dónde compras fruta y verdura, si lo único que puedes comprar son cigarrillos electrónicos y camisetas horribles?
¿Quiere más turistas en Manchester?
Sí, pero nosotros no somos una ciudad costera, nunca tendremos cruceros. Eso es importante, porque no creo que esa sea una forma en la que la gente disfrute de la vida urbana. Consumen y vuelven al barco. Históricamente, la gente ha venido a Manchester por el fútbol. Y lo que hemos hecho en los últimos diez años ha sido ampliar nuestra oferta cultural.
¿Con nuevos museos o con eventos y festivales?
Todo. Tenemos el Festival Internacional de Manchester o Aviva Studios, que es la mayor inversión del sector público en arte y cultura de todo el Reino Unido. Nos inspiramos en lugares como Bilbao con el Guggenheim o Nueva York, por tener las artes en el centro. Así que hemos utilizado la cultura como parte de una regeneración. Solo en verano, tuvimos 1,4 millones de turistas que vinieron a escuchar música... y no solo a Oasis.
¿Cree que la cultura puede ser el nuevo motor económico?
Absolutamente. Éramos la ciudad del algodón y nos hemos reindustrializado con cultura. La economía solo funciona bien cuando se crea un lugar vibrante. Hacemos algo parecido a Barcelona Impulsa, hemos apostado por áreas claves como la industria creativa, ciencias de la vida (Cambridge está viniendo) o tecnología digital. Tenemos el mayor número de empleados en inteligencia artificial de todo el país.
¿La desigualdad es la gran amenaza de la ciudades?
En Inglaterra, el norte del país ha sido históricamente pobre y el sur más próspero. Y en la historia del crecimiento de Manchester, teníamos algunos de los niveles de pobreza más altos de toda Inglaterra. Por lo tanto, para nosotros, conseguir que esas personas tengan trabajo y prestaciones sociales, y mejorar la situación de todos, creo que es la misión principal. Tenemos un mantra en nuestra ciudad: no dejamos que nuestras circunstancias frenen nuestra ambición. Eso lo resume todo. Hay una opinión muy firme en Manchester de que, a lo largo de la historia, nadie de fuera nos ha ayudado.
¿De ahí la abeja?
Sí. Y ese ha sido nuestro símbolo desde el siglo XIX. Nuestra ciudad se estrelló contra un globo terráqueo y en él había abejas obreras que representaban a personas procedentes de todo el mundo que trabajaban juntas para construir la industria. Recientemente en el Reino Unido hemos tenido debates sobre el papel del comercio de esclavos, por ejemplo, en la industria del algodón. Manchester siempre ha tenido un papel más progresista. La clase trabajadora se declaró en huelga y escribió al presidente de Estados Unidos para decirle que no apoyaban el algodón procedente del comercio de esclavos.
¿Manchester es su objetivo político o mirá más allá?
Mi predecesor estuvo 25 años... Creo que eso demasiado tiempo… Para mi dos mandatos es sensato, aunque la política del Reino Unido está un poco inestable, no dejaría Manchester solo para ir al Parlamento. Nunca ha sido mi objetivo.
¿Las ciudades se están convirtiendo en el reducto de la izquierda?
Los alcaldes nos enfrentamos cada día a algunos de los problemas más complejos de nuestro país concentrados en un área pequeña. Creo que se puede observar un aumento de alcaldes pragmáticos de izquierdas. La política nacional puede dedicar demasiado tiempo a debatir cosas sin ponerse manos a la obra y cumplir y eso permite crecer a los populistas. Lo estamos viendo en el Reino Unido con la derecha, pero también hay ejemplos en la extrema izquierda… pretenden dar soluciones fáciles a problemas complejos.
Por ejemplo, la inmigración
Sí. En general, la gente teme a lo diferente y creo que en las zonas urbanas, pueden ser un poco más progresistas porque la gente ve diferencias todos los días y no le temes a tus vecinos. En Manchester hablamos 200 idiomas. Con la fragmentación de la política nacional y el auge del populismo, el papel de los alcaldes y la diplomacia entre ciudades es más importante. Tras el Brexit, en Manchester que siempre ha sido una ciudad abiertamente proeuropea, aumentamos el papel que desempeñábamos con las ciudades europeas porque sabíamos que nuestro Gobierno no lo haría o no podría hacerlo. Creo que ahí es donde se empieza a ver dónde pueden liderar los alcaldes.