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El Govern recupera el Pla de Barris para inyectar 1.000 millones hasta 2029

Seguridad y dignidad

El objetivo es rehabilitar espacios urbanos y viviendas de 120 zonas desfavorecidas

La presentación se hizo este lunes en el auditori Eduard Toldrà de Vilanova i la Geltrú, entre alcaldes y ediles

Àlex Recolons / ACN

Conscientes de las urgencias que amenazan la convivencia, la seguridad y la dignidad de un numeroso grupo de barrios desfavorecidos repartidos por decenas de municipios, el Govern está decidido a recuperar la filosofía del primer Pla de Barris (2004-10) de Pasqual Maragall. El Ejecutivo de Salvador Illa ha decidido actualizarlo, 15 años después, con una ambiciosa inyección de 1.000 millones de euros repartidos durante el próximo lustro (2029).

Un plan integral para la rehabilitación de espacios públicos y viviendas viejas y la construcción de equipamientos culturales y educativos, junto a políticas sociales. La prioridad, combatir conflictos derivados de la falta de recursos, de los problemas de convivencia o el envejecimiento de los vecinos. El objetivo final, la regeneración de los barrios que sean seleccionados, con una ambición: llegar a cambiar la vida de sus vecinos.

“Hay barrios en los que si no se concentran recursos de golpe, con un impacto potente en el tiempo, no lo conseguiremos”, destacó Illa ante medio centenar de alcaldes y concejales. Los ayuntamientos deberán liderar los proyectos elegidos en cada convocatoria, de la mano de la Generalitat, y aportar fondos propios (600 millones), al hacerse cargo el Govern entre el 50% y el 75% del total de inversiones en función de su tamaño. Los más pequeños aportarán menos.

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La ambición del Pla de Barris, que el president Illa (PSC) presentó este lunes en Vilanova i la Geltrú (Garraf) ante el municipalismo, obligará al Govern a buscar recursos y fórmulas de financiación en caso de no poder aprobar los presupuestos en el Parlament. Cada convocatoria anual deberá movilizar 200 millones de euros.

La primera, con la financiación en este caso ya garantizada, se abrirá en julio para que los ayuntamientos presenten sus proyectos. El compromiso del Govern es el de empezar a ejecutar las primeras inversiones en 2026.

Los ayuntamientos pondrán 600 millones más en un plan que deberá buscar recursos si no hay presupuestos

Un requisito indispensable para poder optar al Pla de Barris es que se trate de una zona con una renta per capita por debajo de la media de Catalunya, que ahora está entorno a los 15.000 euros anuales. Se irá actualizando.

Con Carles Martí (Departament de Territori) como comisionado y hombre fuerte, la apuesta tiene tres pilares. Pondrá el foco de entrada en la rehabilitación de la vivienda, conscientes sus ideólogos de la degradación de parte del parque inmobiliario construido hace 40 y 50 años –la mitad del total de pisos– y de sus efectos sobre la calidad de vida. Los barrios más conflictivos suelen tener también un porcentaje alto de viviendas en mal estado. Uno de los objetivos será el de lograr una mejor adaptación de estos pisos a la crisis climática.

El volumen de la aportación de los ayuntamientos dependerá en parte del tamaño de los municipios que sean seleccionados en las cinco convocatorias consecutivas que se harán hasta 2029. Una vez seleccionado, cada ayuntamiento dispondrá de un lustro para ejecutar todas las inversiones.

La voluntad es la de beneficiar barrios en dificultades, en ocasiones en situaciones de emergencia social. El tercer pilar, junto a la mejora de las viviendas y los espacios urbanos, sean calles, plazas, zonas verdes o equipamientos públicos, es la cohesión social. Los proyectos deberán presentar acciones pensadas para favorecer la vida en comunidad, el comercio local, el sentimiento de pertinencia al barrio y la lucha contra situaciones de vulnerabilidad.

Se quiere llegar a una diversidad de zonas desfavorecidas, sean cascos viejos, como pasó en muchos de los municipios seleccionados entre 2004-2010, pero también en núcleos con una gran cantidad de vivienda construida en los años sesenta o en las zonas de extrarradio y las periurbanas. Para favorecer cierto equilibrio territorial, en cada convocatoria anual deberá haber como mínimo un proyecto por cada veguería.

Para optar, la zona debe estar por debajo de la renda media catalana, ahora de 15.000 euros por cápita

La voluntad del Govern es que el Pla de Barris trascienda la actual legislatura y que su aplicación se alargue durante los próximos diez o doce años, favoreciendo un total de 120 municipios (20-25 por cada convocatoria). Entre 2004 y 2010 se actuó en 140 barrios, con 1.900 millones de euros invertidos, la mitad aportada entonces por los ayuntamientos, según fuentes de la Generalitat.

El Govern quiere favorecer también las inversiones privadas en los barrios desfavorecidos, con el impulso del pequeño comercio de barrio, clave para evitar la degradación.