El presidente de la subcomisión de extranjería del El Col·legi de l'Advocacia de Girona alerta, Jordi Espelt, alerta de que la oficina de extranjería de la capital gerundense “quebrará” si no se incorpora más personal. Según datos del sindicato CSIF, “solo hay 17 trabajadores de los 41 que tiene la plantilla”; y de 15 interinos, “solo hay 5”.
Esto provoca que no existan citas disponibles para tramitar los permisos de trabajo y residencia, ni tampoco para renovarlos. “Se está haciendo entrada de solicitudes, pero no se resuelven”, lamenta Espelt. Desde la subdelegación del gobierno español en Girona indican que las solicitudes han crecido un 30% en comparación con hace un año, y dicen que dotarán a la oficina con más recursos “lo antes posible”.
Lleva más de diez años tanto el Col·legi de l'Advocacia de Girona como el sindicato CSIF -además de entidades y ONG- denuncian que la oficina de extranjería de la capital gerundense está “colapsada” por la falta de personal que arrastra desde el 2015, sumado a la gran cantidad de solicitudes que recibe. El presidente del CSIF en Girona, Rafael Sánchez, afirma que actualmente la plantilla está formada por 41 empleados, pero “solo hay 17 personas trabajando”.
“Y de los quince interinos que debían incorporarse, solo lo han hecho cinco, porque a los otros diez no les ha interesado. Es la primera vez que ocurre”, recalca. Además, según Sánchez, hay tres de los cinco interinos que han ganado unas oposiciones, “y pronto se irán”. “Los trabajadores están desbordados, trabajamos para dar un buen servicio al ciudadano, y al ver que no puedes llegar, es algo frustrante”, afirma.
Tanto Sánchez como el presidente de la subcomisión de extranjería del Col·legi de l'Advocacia de Girona, el abogado Jordi Espelt, sostienen que Girona es “una de las cinco demarcaciones con mayor volumen de trabajo”, pero la diferencia en el número de trabajadores es “muy grande”. “Madrid, Barcelona o Valencia son las oficinas con más solicitudes, pero tienen plantillas de unos 100 trabajadores”, apunta Espelt.
El sindicalista y el abogado argumentan que cuesta encontrar personal en Girona porque, con el mismo sueldo que se cobra en el resto del Estado, “aquí el coste de vida es mucho más caro, y les sale más a cuenta trabajar a otro lado”.