Los trabajadores de las brigadas forestales de la Comunidad de Madrid —que forman parte de la empresa pública Tragsa— comienzan este martes un mes de huelga, en plena campaña del plan especial contra incendios forestales.
El personal reclama la negociación de un nuevo convenio y una mejora “urgente” de las condiciones económicas, según ha confirmado el representante del cuerpo, Jesús Molina. Además, los manifestantes amenazan en prolongar la huelga de manera indefinida si no se resuelve la situación, denunciando “la absoluta falta de voluntad para negociar” de Tragsa y la “dejadez institucional” del Gobierno.
El Gobierno regional decreta unos servicios mínimos del 80 %
Pese al reclamo de los miembros de las brigadas, el Gobierno regional ha situado en un 80 % los servicios mínimos que se deberán prestar a pesar de la huelga. Un número que el personal califica de abusivo. Los bomberos protestan por la obsolescencia de su convenio colectivo, que no se actualiza desde el año 2008. El resultado, según informa el comité de empresa de las brigadas, ha sido una pérdida del poder adquisitivo de hasta un 34,6 %.
Por otro lado, las protestas tienen como objetivo revisar el régimen de descansos; mejorar las medidas de seguridad y prevención de riesgos laborales; reforzar la formación de los trabajadores; que se les reconozcan pluses de peligrosidad, penosidad y toxicidad; e invertir en la remodelación integral de las bases. Unas bases que según los bomberos “no cumplen la normativa de exposición a agentes cancerígenos”.
Las negociaciones con Tagsa se encuentran estancadas
Según el comité de empresa, las negociaciones con Tagsa —que dirige el servicio desde 2022— se han visto bloqueadas por la empresa de manera “constante y total”. En total han habido dos reuniones entre Tagsa y el personal de las brigadas en la última quincena, pero sin obtener un acuerdo en ningún caso.