Mucho se ha hablado en Alicante desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria de 2008 de la necesidad de diversificar la actividad económica, recuperar un maltrecho tejido industrial y apostar por un nuevo modelo de base tecnológica que permitiera no solo crecer, sino hacerlo en campos de alto valor añadido, como forma de corregir la brecha que en términos de salario y PIB per cápita mantiene a los alicantinos muy por debajo de lo que el PIB global de la provincia parecería indicar.
Sin embargo, superados los años más duros de la crisis, la provincia se suma a la fase de recuperación económica y del empleo que vive el país, pero lo hace con la misma fórmula con la que entró en el siglo XXI: más turismo, más servicios y más ladrillo, mientras la industria y el sector agroalimentario decaen.
El número de empresas se incrementó en servicios (+361) y construcción (+118) y cayó en industria (-153) y agrario (-145)
Como ya sucedió en su informe correspondiente a 2023, el estudio Panorámica Alicante realizado por el Gabinete de Estudios de la Cámara de Comercio de Alicante refleja un crecimiento económico en 2024 sustentado en los mismos pilares. “El crecimiento sigue liderado por el sector servicios, frente al aumento moderado de la actividad constructora y el escaso dinamismo de la industria y el sector agrario”, señala el estudio que patrocina CaixaBank.
“Las actividades de servicios relacionadas con el turismo, como la hostelería, el transporte y el ocio, y los servicios comerciales han continuado creciendo a un fuerte ritmo”, añade el documento, “con un VAB (valor añadido bruto) que ha registrado un crecimiento interanual del 7%, situándose en el cuarto trimestre del pasado año un 34% por encima del nivel prepandemia”.
Junto al turismo, otras actividades de servicios han registrado una importante aceleración de su ritmo de crecimiento en la provincia, como las actividades inmobiliarias, que se han visto favorecidas por el aumento de la demanda de vivienda y la tendencia a la baja de los tipos de interés, “y otras actividades de mayor valor añadido, como las de información y comunicación y las actividades profesionales, científicas y técnicas”. En conjunto, el VAB generado por estas ramas, ha registrado un crecimiento interanual del 10,1%.
El informe señala que la actividad constructora sigue limitada por factores estructurales, por la escasez de mano de obra, y por los elevados costes de los materiales de construcción que, aunque se han desacelerado, siguen siendo muy superiores a los de 2019. La producción de vivienda nueva continúa por debajo de la creación neta de hogares, mientras la demanda de vivienda sigue creciendo con fuerza, impulsada por factores económicos y demográficos, y presiona al alza los precios.
La producción de vivienda nueva continúa por debajo de la creación neta de hogares
Mientras tanto, “la industria sigue débil, en un contexto de tipos de interés que siguen siendo altos, aumento de la incertidumbre y atonía de los mercados europeos. El año se ha saldado con un descenso del VAB del 1,1%”.
Peor aún le fueron las cosas al sector agrario, que presenta un balance muy negativo, con un retroceso del VAB del 3,8% respecto a 2023. La sequía ha provocado pérdidas significativas en los cultivos de la provincia, afectando especialmente al secano, “a lo que se suman los recortes de la Confederación Hidrográfica del Segura para los regadíos de la Vega Baja y la incidencia de plagas y enfermedades, que ha causado daños en algunas producciones”.
Crece el número de empresas en la Vega Baja (+109), l’Alacantí (+75), Marina Alta (+72)y Marina Baixa (+67), y desciende en l’Alcoià (-53) y el Alto Vinalopó (-42)
El análisis de la creación y destrucción de empresas permite profundizar en este panorama. Por sectores, el número de empresas se incremento el pasado año en los servicios (361 empresas más) y en la construcción (+118) y cayó en la industria (-153) y en el sector agrario (-145).
En el sector servicios, que representa el 76% del total, los mayores crecimientos se produjeron en las ramas de hostelería (+129), transporte y almacenamiento (+85), actividades administrativas y servicios auxiliares (+78), inmobiliarias (+74) y actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (+44). Por el contrario, disminuyó el número de empresas del comercio (135 empresas menos que en 2023), a pesar del aumento registrado en la rama de venta y reparación de vehículos de motor y motocicletas.
Tras el aumento registrado en el último año, el sector de la construcción supera las 7.000 empresas, una cifra que supone el 11,6% del total provincial. El sector industrial sigue perdiendo peso en el tejido empresarial de la provincia (9,4%), debido al descenso de empresas de la industria manufacturera (158 empresas menos que en 2023), entre las que destacan principalmente las industrias del cuero y el calzado.
El sector agrario también reduce ligeramente su participación en el total provincial (2,8%). Por comarcas, la mayor creación de empresas se produjo en la Vega Baja (+109), l’Alacantí (+75), la Marina Alta (+72) y la Marina Baixa (+67). Los mayores descensos se dieron en las comarcas de l’Alcoià (-53) y el Alto Vinalopó (-42).


