La reforma del sistema de financiación autonómica no puede seguir retrasándose. Esta es la firme postura defendida por los órganos de gobierno de la CEV (Confederación Empresarial Valenciana), que preside Salvador Navarro, en su reunión de hoy, en la que han insistido en que la Comunitat Valenciana lleva años reclamando una solución estructural a un modelo que, según todos los informes técnicos disponibles —AIReF, FEDEA, Ivie y la Comisión de Expertos—, la sitúa como la región peor financiada de todo el Estado.
Para la CEV, la situación “es especialmente grave porque la Comunitat Valenciana es la única autonomía que, a pesar de ser más pobre que la media española, recibe una financiación por habitante ajustado nueve puntos por debajo de dicha media”. A esto se suma que, según el último informe del Ivie, tanto la presión fiscal como el esfuerzo fiscal de la región superan ampliamente la media nacional. En concreto, la presión fiscal valenciana equivale al 107,8 % de la media estatal, mientras que su esfuerzo fiscal es el más alto del país, incluso por encima de comunidades como Cataluña o Madrid. Esta realidad no solo es insólita, sino profundamente injusta e insostenible a medio y largo plazo.
Ante esta crónica infrafinanciación, el Gobierno de España ha autorizado recientemente al Consell a endeudarse en 1.816 millones de euros adicionales para atender pagos a proveedores. “Si bien esta medida es necesaria para paliar las tensiones de tesorería derivadas del déficit de financiación, no deja de ser un parche temporal que incrementa la deuda acumulada sin abordar el problema de fondo: un sistema de financiación que pone en riesgo la equidad entre territorios y la calidad de los servicios públicos” añade la patronal valenciana.
“El verdadero desafío, por tanto, no es solo gestionar la liquidez inmediata, sino reformar un modelo que perpetúa desequilibrios históricos”. En este sentido, recuerda la institución que Les Corts Valencianes ya aprobaron por unanimidad una propuesta para garantizar que la Comunitat reciba recursos acordes con su población ajustada. Además, el Ivie ha analizado recientemente la posibilidad de extender el modelo de financiación singular planteado para Cataluña al resto de comunidades autónomas de régimen común. Esta alternativa, según los expertos, mejoraría la autonomía financiera sin romper la solidaridad interterritorial y beneficiaría claramente a la Comunitat Valenciana en comparación con su situación actual.
“El verdadero desafío, por tanto, no es solo gestionar la liquidez inmediata, sino reformar un modelo que perpetúa desequilibrios históricos”
Las propuestas para reformar el sistema existen, y todas ellas deben ser evaluadas sin exclusiones. Sin embargo, “el foro legítimo para debatir estos cambios no puede ser otro que el Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde están representadas todas las comunidades autónomas” según la CEV. La Comunitat Valenciana ha demostrado su voluntad de diálogo, presentando propuestas viables y participando en consensos institucionales. Los órganos de la CEV subrayan que la solución no pasa por acuerdos bilaterales ni por crear excepciones, sino por una reforma del sistema común basada en criterios técnicos, objetivos y consensuados entre todas las regiones.
“Lo que se necesita ahora es un proceso ordenado, transparente y fundamentado en análisis rigurosos, que permita corregir los desequilibrios del modelo actual y establecer un nuevo marco estable, suficiente y equitativo para todo el Estado”. “Este nuevo sistema debe tener en cuenta no solo aspectos fiscales, sino también las repercusiones macroeconómicas que cualquier cambio pueda generar” añaden los empresarios.
Desde la CEV se lamenta que, a pesar de la gravedad del asunto, la financiación autonómica se haya convertido en un campo de batalla política, donde los principales partidos mantienen posturas irreconciliables que bloquean cualquier avance. Esta polarización impide un diálogo riguroso y constructivo, alejando la posibilidad de alcanzar los consensos necesarios para una reforma que la sociedad valenciana demanda con urgencia.
El presidente de la CEV, Salvador Navarro, ha expresado su preocupación por esta situación: “Lamentamos que, a pesar de las circunstancias, la sociedad valenciana no haya logrado abrir un debate nacional sobre este tema. Pero es aún más preocupante que, como país, sigamos sin ser capaces de articular una reflexión serena y con visión de futuro, a la altura del desafío que enfrentamos”.