El periodo de sesiones en las Corts Valencianes ha empezado con una gran intensidad. Este jueves PP y Vox aprobarán la reprobación de dos ministros por “menospreciar” el valenciano y acto seguido rechazarán la propuesta de la izquierda para censurar a la vicepresidenta Susana Camarero por la gestión de la dana. La catástrofe que se llevó por delante la vida de 229 personas no ha hecho mella en la unidad de acción de los dos antiguos socios de Consell. Ambos partidos comparten el relato del 29-O y culpan de lo sucedido al Gobierno central. Además, tienen muy claros cuáles son sus caballos de batalla para este inicio de curso político
Como se vio ayer en el primer pleno ordinario tras el largo periodo estival, los populares quieren poner en el centro de la diana la defensa de las señas de identidad. Por su parte, Vox quiere endurecer más si cabe su discurso inmigratorio. Dos cuestiones que les permiten alejarse del foco de la dana, que sigue siendo una prioridad para la izquierda.
El PP inició ayer el debate atacando a PSPV y Compromís por no defender el valenciano y supeditarlo al catalán, a cuenta de las palabras del ministro Albares sobre los idiomas oficiales que el Gobierno quería que se pudieran usar en el Parlamento Europeo. Mientras este debate sobre la unidad de la lengua que se ha repetido desde hace años en el Hemiciclo valenciano se escuchaba en el Hemiciclo, el Consell presentaba una campaña institucional con motivo del 9 d'Octubre con la palabra Vixca que no aparece en el diccionario de la Acadèmia Valenciana de la Llengua como gran protagonista. Un guiño al valencianismo, en palabras del presidente Carlos Mazón que no es baladí en pleno cuestionamiento de la labor de la AVL por parte del PP y su Consell.
Si la lengua es una cuestión primordial para el PP, la inmigración es la prioridad de Vox. Ayer, en un discurso muy duro en el que ligó la entrada inmigrantes de forma irregular con el aumento de la delincuencia en las calles, los ultras reclamaron conocer el coste real de la inmigración irregular. Su diputada Ana Vega comparó el coste de los menores no acompañados con las pensiones o el gasto en educación lo que provocó las críticas de PSPV y Compromís que no dudaron en calificar este discurso de racista. Especialmente sentida fue la intervención de la diputada cubana Yaissel Sánchez: ”¿Piensan que he venido a chupar del bote?”, preguntó a los parlamentarios de Vox.
PSPV y Compromís acusaron a Vox de hacer un discurso racista
A quien no le pareció mal la intervención de Ana Vega fue al PP. Su diputada Lucía Peral defendió que los españoles sí que ven a la inmigración ilegal como un problema y “tienen derecho a saber en qué se gasta su dinero”. Los populares, ensañando su nuevo discurso migratorio -”Nos copian y aciertan”, comentó la diputada de Vox-, avalaron la propuesta de la derecha extrema.
Lengua e inmigración, dos caballos de batalla que permiten a sus impulsores alejarse de lo que ocurrió el pasado 29-O, aunque solo de manera puntual. Hoy el president, en la sesión de control previa a las votaciones, tendrá que volver a contestar a los síndics de PSPV y Compromís sobre la gestión de la tragedia. Vox preguntará por las medidas del Consell para relanzar la industria propia.



