Guerra de intereses y mucha tensión en la política valenciana tras la renuncia de Mazón
Política
Los populares no quieren elecciones, Vox dice estar preparado y la oposición se teme que “ya hay acuerdo” para evitar los comicios
En el PP valenciano hay muchas dudas y los aspirantes intentan no quemarse antes de hora en una negociación que se pilota desde Madrid
De izquierda a derecha, Vicent Mompó, Marta Barrachina, María José Catalá, Carlos Mazón, Miguel Tellado, Juanfran Pérez Llorca y Toni Pérez en la cena de inicio de curso político del PPCV.
La cuenta atrás ha empezado. Antes del próximo día 19 de noviembre se tendrá que poner encima de la mesa un nombre para sustituir a Carlos Mazón. En la izquierda valenciana se da por hecho que el acuerdo está cerrado y ayer recordaban la llamada del president a Santiago Abascal antes de su anuncio; en Vox, negaban que hubiera negociaciones formales y en grupo popular de las Corts -de donde debe salir el candidato- daban por hecho que “se estaría negociando”. Complicado de saber cuando su síndic y uno de los nombres que suena con más fuerza para relevar a Mazón, Juanfran Pérez Llorca, ayer se borró de la Junta de Síndics y evitó someterse a las preguntas de los periodistas. Su portavoz adjunta. Laura Chulià, no pudo aclarar si su compañero estaría negociando una posible candidatura.
Y es que las dudas se han apoderado de la política valenciana que inicia una etapa con un final incierto. No pude ser de otra manera cuando en mitad de las conjeturas de unos y de otros, el PP nacional informó que Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal habían hablado sobre el contexto político valenciano. Todo parece indicar que la negociación pasará por Madrid.
En el caso de Vox es más que evidente. Su portavoz parlamentario, José María Llanos, esperó el lunes a que hablara Abascal para pronunciarse sobre la renuncia de Mazón. Aunque todo indica que a la derecha extrema le interesaría un adelanto electoral en la Comunidad Valenciana y no dejar a un PP valenciano con una importante crisis recuperarse, Llanos y los suyos se plegarán a lo que diga la dirección de su partido. Ayer, el portavoz en las Corts se limitó a señalar que si hay elecciones, el partido está preparado para afrontarlas.
Un escenario al que no quieren llegar los populares valencianos que temen que los comicios agudicen la lucha por el poder. En cambio, los comicios son vistos por la izquierda como una opción para dar la vuelta al tablero político valenciano, aprovechando el descontento de una parte importante de la sociedad. El adelanto electoral podría ser una moneda al aire ya que, aunque el bloque conservador parece que mantiene la ventaja del 2023 (a juzgar por las encuestas), la movilización en una cita singular y sin la coincidencia de unas municipales o estatales sería una gran incógnita. Una alta abstención en este contexto podría alterar los equilibrios actuales.
El escenario de adelanto electoral sería una incógnita muy condicionada por una previsible baja movilización
Todo mientras en el PP la tensión interna va en aumento. Se filtró que los populares ya habían entregado a Vox el nombre de Pérez Llorca, pero desde su entorno ayer por la mañana negaban que nadie de la dirección nacional hubiera aún contactado con él. Mientras los otros dos aspirantes trataban de no quemarse. La alcaldesa de València, María José Catalá, que como diputada podría ser la elegida antes del 19 de noviembre (es la preferida por Génova), señaló que “es momento de ser respetuosa y prudente”.
“Creo que este proceso es lo suficientemente trascendente e importante en mi partido” como “para que yo mantenga una actitud muy respetuosa y, sobre todo, muy prudente al respecto”, apuntó la pirmer edil. Y reiteró la coletilla de que se ve como alcaldesa de València.
También habló ayer el presidente de la Diputación de València, Vicent Mompó, que aseguró que él no se ha “postulado, ni nada parecido”, para suceder a Carlos Mazón. El dirigente valenciano -que no podría optar en el corto plazo pues no es diputado autonómico- quiso puntualizar que la decisión sobre el sustituto de Mazón depende del PP y no de Vox que, según le, “no va a venir a decirnos lo que tenemos que hacer o no”. Está claro que la opción del alcalde de Gavarda no sería la que más gustaría a los ultras que se han mostrado muy duros con algunos de los postulados defendidos por Mompó en materia lingüística y de memoria histórica.
Además, la opción de Mompó, pese a que fue en hombre de consenso que salió del cónclave del pasado viernes, tiene otro handicap, convencer al presidente interino para que no quiere presentarse a la reelección.