“Entre semana vivo conectado con Alemania y su forma de hacer las cosas. Los fines de semana, al juntarme con españoles, recupero mis raíces y esa calidez social que tanto añoro de España”: Cuando la distancia no borra las raíces

Español en Alemania

Luis Inestal, de Salamanca, es músico y se mudó a Alemania en busca de un mayor reconocimiento profesional y de un entorno donde la música clásica, que dice escasear en España, tenga más espacio para crecer

“Echo de menos poder salir a la calle y encontrar vida a cualquier hora, incluso entre semana. Tomar algo en una terraza , simplemente porque sí. Echo de menos esos cafés largos, sin prisa, y las conversaciones eternas”, cuenta para La Vanguardia

Luis Inestal

Luis Inestal

Cedida

Tras acabar su máster en Bruselas, en plena resaca de la pandemia, el violinista salmantino Luis Inestal García decidió mudarse a Alemania. Desde 2021 vive en Düsseldorf, donde llegó en busca de nuevas oportunidades laborales y ahora trabaja como profesor en conservatorios y músico de orquesta. Hoy cumple su sueño en un país donde la música clásica sigue teniendo el apoyo y el respeto que muchos artistas echan de menos en España.

En esta entrevista para La Vanguardia, Inestal cuenta cómo ha sido su adaptación a la vida alemana, las diferencias culturales que más le han sorprendido y por qué cree que un músico puede construir una carrera más sólida en Alemania que en España. También reflexiona sobre lo que echa de menos, las rutinas que ha adoptado y el equilibrio que ha encontrado entre sus raíces y su nueva vida. A raíz de su testimonio podemos conocer de primera mano las diferencias culturales y laborales que existen en su profesión en comparación con su país natal.

Lee también

¿Cómo describiría a la gente en Alemania en comparación con España?

En comparación con España, la gente aquí es más reservada y socializa menos en el día a día. Al principio me resultó difícil, porque venía de un entorno donde es normal hablar con desconocidos, improvisar planes, compartir más tiempo en la calle. En Alemania, en cambio, las relaciones suelen construirse poco a poco, con más distancia al comienzo. Con el tiempo he aprendido a ver el otro lado. Aunque aquí la gente no se muestra tan cercana de primeras, cuando una relación se consolida, suele ser duradera. Aun así, vengo de una cultura muy social y cálida, y esa diferencia se siente en el día a día. Echo de menos la espontaneidad y la cercanía española, pero también valoro lo que he aprendido aquí. Otro ritmo, otra forma de vivir el día a día y otra manera de entender las relaciones. Al final, convivo entre las dos culturas y eso ha cambiado la manera de relacionarme con la gente.

En Alemania un músico puede construir una carrera sólida con mayor facilidad. Los sueldos están mejor remunerados, hay oferta cultural y musical

Luis InestalMúsico

¿Cómo influye el clima en su vida diaria?

El clima en Alemania es muy diferente al de España. La principal diferencia es que hay menos horas de sol, más lluvia y una humedad que hace que el invierno se sienta especialmente frío y duro, incluso más que en Salamanca. Eso influye en el día a día, porque se sale menos y apenas hay planes al aire libre. Aun así, la primavera y el otoño aquí son maravillosos, con colores increíbles y un clima mucho más agradable, que invitan a disfrutar de la naturaleza y de la vida fuera de casa cada vez que sale un rayo de sol.

Luis Inestal de pequeño

Luis Inestal de pequeño

Cedida

¿Cuál ha sido el mayor choque cultural que ha experimentado desde que llegó?

El mayor choque cultural fue la forma de socializar. En comparación con España, aquí la gente es más reservada, queda menos y le cuesta abrirse. También me impactaron los horarios… comen y cenan mucho más temprano, algo a lo que he tenido que adaptarme por mi trabajo, ya que doy clase en el conservatorio (Musikschule) desde las 12:30 hasta aproximadamente las 19:00. La alimentación es otro punto muy distinto a lo que estamos acostumbrados en España. Aquí es habitual comer un sándwich rápido y cenar pan con mantequilla, algo que choca bastante viniendo de nuestra dieta mediterránea .

¿Qué diferencias encuentra entre trabajar en orquestas en Alemania y en España?

La diferencia principal es el respeto hacia la música. Alemania es la cuna de gran parte de la tradición musical europea y se nota en la sociedad. Hay más apoyo, más conciertos y muchas más oportunidades profesionales. Aquí se puede vivir de la música sin problema, ya sea enseñando, tocando en orquesta o haciendo música de cámara. Otro punto clave es la remuneración, especialmente en los bolos. En Alemania suelen estar bien pagados, mientras que en España, por desgracia, muchas veces se paga muy poco y se tiende a aprovechar del músico, incluso de estudiantes. Por eso tantos músicos españoles damos el paso de mudarnos a Alemania u otros países Europeos. Aquí hay una mayor estabilidad y oportunidades reales.

Entre semana llevo una vida bastante estructurada. Empiezo el día haciendo deporte, que para mí es una forma de mantener la cabeza despejada y el cuerpo activo

Luis InestalMúsico

Como profesor en el conservatorio, ¿cómo compararía la enseñanza musical en Alemania con la de España?

La enseñanza en los Conservatorios es muy diferente entre ambos países. En las Musikschulen los alumnos solo tienen instrumento principal, y es el profesor quien debe guiar su formación musical completa, a no ser que ellos quieran voluntariamente tomar más asignaturas. Además, aquí se apoya mucho el talento: si un alumno destaca, se le ofrecen horas extra, música de cámara, proyectos y más recursos. Es un sistema más flexible, pero también más individualizado.

¿Considera que su profesión se puede desarrollar mejor en Alemania que en España? ¿Por qué?

En mi opinión diría que sí. En Alemania un músico puede construir una carrera sólida con mayor facilidad. Los sueldos están mejor remunerados, hay oferta cultural y musical en prácticamente cualquier ciudad y el público tiene verdadero interés por la música clásica. En España, para vivir de la música de manera estable es casi obligatorio conseguir plaza en una orquesta o en un conservatorio, lo cual es muy difícil porque la oferta es limitada y está concentrada solo en grandes ciudades. La realidad es que el ecosistema musical alemán ofrece más opciones y más estabilidad.

Lee también

Alex Aranda, 25 años, español viviendo en Bali: “Aquí no hace falta cerrar la puerta de casa con llave ni meter la moto en un garaje por la noche porque cada uno respeta lo que es del otro y esa sensación de seguridad te da libertad”

Judit González Pernías
Alex Aranda, 25 años, español viviendo en Bali

¿Cuál ha sido el concierto más emocionante o memorable de su carrera y por qué?

He tenido la suerte de vivir muchos conciertos especiales, pero guardo un cariño enorme a todos los proyectos con la JONDE, así como a los conciertos que he compartido con mi hermano. Uno de los recuerdos bonitos en mi carrera musical fue tocar por primera vez en la Concertgebouw de Ámsterdam, con la Joven Orquesta Nacional de Holanda. Interpretábamos la Séptima Sinfonía de Beethoven y, en el segundo movimiento, se creó una atmósfera tan intensa que sentí de forma muy profunda el poder emocional que puede tener la música. Es un recuerdo que no podré olvidar

Con la orquesta

Con la orquesta

Cedida

En términos de ingresos y condiciones profesionales, ¿qué diferencias ha percibido entre Alemania y España?

La diferencia salarial no es enorme, pero sí notable. La verdadera diferencia está en los bolos. En Alemania se suelen pagar de forma justa con el músico, mientras que en España, en muchos casos, los cachés son precarios y no valoran el trabajo del músico. Esa es una diferencia que condiciona mucho la vida profesional.

¿Ha sido fácil encontrar oportunidades profesionales y contratos en orquestas y en el conservatorio?

He tenido la suerte de ir trabajando desde el principio, combinando la docencia con los conciertos. Al llegar, empecé en dos escuelas privadas y poco después obtuve una Stipendium (Akademie) en la Deutsche Kammerakademie Neuss, donde sigo actualmente. En noviembre de 2024 conseguí por oposición una plaza en la Musikschule Monheim am Rhein y, recientemente, otra plaza en la Clara-Schumann Musikschule. Ha sido un camino progresivo, pero Alemania ofrece muchas oportunidades.

Echo de menos la cercanía. El sentir que la gente se toca, se abraza, se ríe fuerte, se mete en tu vida un poco, para bien o para mal, pero desde un calor auténtico

Luis InestalMúsico

¿Qué dificultades ha encontrado para encontrar vivienda o adaptarse a la vida diaria en Alemania?

Lo más difícil fue encontrar piso al principio. Hay mucha demanda y poca oferta. Así que tardé cuatro meses en conseguir el primero, gracias a que una compañera se marchaba y me lo ofreció. Más adelante, mi novia y yo encontramos un nuevo piso con algo más de suerte, y ahora estamos muy felices viviendo allí. Adaptarse a la vida diaria también lleva tiempo, pero poco a poco el tiempo lo pone todo en su sitio.

¿Cómo describiría su día a día viviendo en Alemania y su relación con la comunidad local? 

Mi día a día en Alemania está muy marcado por la rutina, algo que con el tiempo he aprendido a apreciar. Entre semana llevo una vida bastante estructurada. Empiezo el día haciendo deporte, que para mí es una forma de mantener la cabeza despejada y el cuerpo activo. Después dedico parte de la mañana a practicar violín, porque más allá de mi trabajo, sigue siendo mi espacio personal y mi disciplina. Y, por supuesto, mis días transcurren trabajando como docente en los conservatorios, las Musikschulen como se dice en Alemania. 

Con respecto a la comunidad local me he ido adaptando a su forma de vivir y a su manera de relacionarse. Más reservada, más organizada y, a veces, menos espontánea de lo que estaba acostumbrado. Me siento completamente integrado en lo profesional y en la vida diaria, pero es verdad que, emocionalmente, aún hay una cierta distancia cultural que se nota. Aquí la gente es amable y correcta, aunque las relaciones tardan más en construirse y requieren paciencia, tiempo y constancia. Donde mi vida cambia por completo es durante los fines de semana.

Dando clase

Dando clase

Cedida

Entonces paso página de la rutina alemana y me acerco a lo que siento como “hogar”. Mi pareja y la mayoría de nuestros amigos en Düsseldorf son españoles o de habla hispana, y eso es un salvavidas. Con ellos puedo hablar sin filtros, reír con bromas que no tengo que explicar, improvisar un plan sin mirar el reloj y sentirme en familia aunque estemos a 1.800 kilómetros de casa. Ese círculo hace que la vida aquí sea mucho más fácil y que, pese a la distancia, haya un pedacito de España siempre a mano. Y sobre todo mi pareja hace que mi día a día sea más fácil teniendo un pedazo de España conmigo En resumen, entre semana vivo muy conectado con Alemania, su ritmo y su forma de hacer las cosas. Pero los fines de semana recupero mis raíces, mi idioma y esa calidez social que añoro. Y creo que ese equilibrio es, justamente, lo que me permite seguir creciendo aquí sin dejar de ser quien soy.

Echo de menos esa sensación de hogar que te da tu propio idioma en la calle, las bromas que solo entiendes tú, y esa forma tan nuestra de vivir

Luis InestalMúsico

¿Qué es lo que más echa de menos de España en su vida cotidiana?

Lo que más echo de menos de España en mi día a día, después de tantos años fuera, no es una sola cosa, sino un conjunto de pequeños hábitos y sensaciones que allí eran normales y aquí son diferentes. Echo de menos poder salir a la calle y encontrar vida a cualquier hora, incluso entre semana. Tomar algo en una terraza , simplemente porque sí. Echo de menos esos cafés largos, sin prisa, y las conversaciones eternas. También la espontaneidad de quedar con tus amigos y familia sin planear, decidir sobre la marcha y saber que siempre hay alguien disponible para un paseo o una caña. La comida, por supuesto. No es solo el sabor, sino los pequeños detalles, el aperitivo antes de la comida, una buena barra de pan en cada mesa, el pescado fresco, el olor a guiso al subir por las escaleras del edificio, o la comida familiar de los domingos. 

Uno de los recuerdos bonitos en mi carrera musical fue tocar por primera vez en la Concertgebouw de Ámsterdam, con la Joven Orquesta Nacional de Holanda

Luis InestalMúsico

Y, cómo no, los horarios: aquí sigo sin acostumbrarme del todo. Pero, por encima de todo, echo de menos la cercanía. El sentir que la gente se toca, se abraza, se ríe fuerte, se mete en tu vida un poco, para bien o para mal, pero desde un calor auténtico. Echo de menos esa sensación de hogar que te da tu propio idioma en la calle, las bromas que solo entiendes tú, y esa forma tan nuestra de vivir. Eso es lo que más se nota cuando estás lejos tanto tiempo. Que la nostalgia no va solo de lugares, sino de ritmos, sabores y personas. 

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...