Ronaldo Olivo, atleta, 21 años: “De niño sufría por haber crecido en un centro de menores, ahora saco la fuerza al recordar de dónde vengo y de a dónde quiero llegar”

Superación

Ronaldo Olivo, de 21 años, cuenta cómo convirtió las dificultades de su infancia en fuerza para entrenar en el CAR y prepararse para los próximos Juegos Olímpicos 

Ronaldo Olivo, atleta

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Ronaldo Olivo (21), tiene claro cuál es su meta: ganar el oro olímpico en los Juegos de Los Ángeles 2028. El atleta, que comenzó en el atletismo a los 12 años, no tuvo una infancia fácil: creció en un centro de menores. Pese a ello, siempre tuvo claros sus objetivos y se mantuvo fiel a sus ideas y poco a poco fue consolidándose como deportista. Empezó en la categoría sub-14 y ha ido ascendiendo por todas las etapas: sub-16, cadete, sub-18, juvenil, sub-20 (júnior) y actualmente compite en sub-23, la última de formación.

A pesar de que nació con un balón en los pies, decidió apostar por un deporte que dependiera únicamente de él: “El fútbol se me daba bien, pero sentí curiosidad por algo diferente”, cuenta. En esta entrevista con La Vanguardia, comparte su historia y su experiencia, pero sobre todo quiere lanzar un mensaje: “Me gustaría influir positivamente en los niños que tienen hambre de crecer y superarse. Sabía que, si quería seguir avanzando, tendría que abrirme un poco y contar mi historia. Creo que es bueno dar visibilidad a lo que he vivido y a cómo me siento realmente”.

Ronaldo Olivo de niño

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¿Cómo decidió pasarse al atletismo viniendo del fútbol?

La verdad es que me encantaba el fútbol y era bastante ambicioso en ese deporte. Sin embargo, quería probar algo que dependiera más de mí mismo y no tanto de un equipo, de manera que la victoria o la derrota fueran más directamente consecuencia de mi esfuerzo personal. El fútbol se me daba bien, pero sentí curiosidad por algo diferente. Cuando empecé en atletismo, en principio solo iba a probar durante un mes. Sin embargo, en ese primer mes ya competí y, como cualquier niño, al ganar mi primera competición lo único que quería era volver a intentarlo. 

Mi experiencia allí siempre me ha hecho aferrarme mucho al deporte, a las cosas que me gustan y a sacar lo mejor de mí

Ronaldo OlivoAtleta

Ese primer año lo gané prácticamente todo, y desde entonces no he parado de competir. Al final, tenía cierta facilidad para el deporte, y creo que eso influyó a la hora de decidirme por el atletismo. Me guio mucho por lo que me gusta y por el presente. El primer año fue muy bueno, y al final, un niño se va adaptando según los momentos, los recuerdos y el cariño que va cogiendo con el tiempo.

Sobre su experiencia en el centro de menores

Su infancia fue en un centro de menores, ¿de qué manera ha marcado eso su vida?

Mi experiencia allí siempre me ha hecho aferrarme mucho al deporte, a las cosas que me gustan y a sacar lo mejor de mí. El centro de menores en el que estuve, que pertenece a la Asociación de Aldeas Infantiles, estaba muy bien: todo muy organizado y cuidado. Pero, bueno, por muy bien que estés, siempre es difícil estar lejos de tu familia. Los niños allí sufren bastante, porque estar separado de los tuyos no es fácil. En mi caso, me he criado siempre sin mi familia, pero para mí ha sido como un plus: me ha ayudado a enfocarme más en mí mismo en muchas ocasiones. 

Allí no es un centro de menores como otros; los niños no están allí por portarse mal, sino porque sus padres no pueden cuidarlos y el Estado ha tenido que asumir la tutela. Eso lo diferencia de un reformatorio o algo similar. Pero, al final, sigue siendo un centro de menores. Allí siempre me dieron la oportunidad de practicar lo que me gustaba. Siempre me impulsaron a ir a clase, a estudiar y a avanzar año tras año, curso tras curso.

Ronaldo Olivo, atleta

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¿En el centro le animaron a practicar atletismo o fue más bien una iniciativa suya?

Allí siempre te daban la oportunidad de escoger un deporte para practicar en el tiempo libre, y eso era para todos los niños. Yo, la verdad, me pasaba el día haciendo deporte. Todo el rato jugando en la calle, siempre activo. En mi caso, era el fútbol. Desde que cumplí un año ya tenía un balón en los pies. Para mí, el fútbol siempre fue un sueño, casi una pasión frustrada, porque sentía que había nacido para eso.

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Tenía facilidad para muchas cosas, pero el fútbol era mi principal objetivo. Lo que pasa es que el fútbol es “mucho fútbol” en muchos sentidos, y por eso quise probar algo diferente. Pero sí, allí siempre me pusieron fácil poder practicar deporte. Lo demás ya lo puse yo: las ganas, el empeño, la continuidad. Y al final, las cosas fueron saliendo.

¿Qué recuerda de aquellos años?

Al principio vivía con mis hermanos en el centro, pero ellos eran mayores, así que se marcharon antes. Cuando cumples la mayoría de edad puedes salir, y yo me quedé aproximadamente la mitad de mi estancia sin ellos. Pasé toda mi vida allí, pero gran parte de ese tiempo estuve sin mis hermanos, y, sin duda, fue lo más duro que viví allí. A partir de ese momento, desarrollé más mi personalidad y mi carácter, tanto en el deporte como en la vida en general. Creo que esa experiencia me ha ayudado a ser más yo mismo, a mantener mi ambición y a manejar, más o menos, todo lo que consigo gestionar hoy en día.

Tuve la suerte de estar acompañado por los educadores sociales. Me enseñaron muchas cosas y, gracias a  ellos, hoy tengo muchas ideas claras en la cabeza

Ronaldo OlivoAtleta

¿Cómo cree que su crianza en el centro ha influido en su carácter y en la persona que es hoy?

Siempre me he considerado un niño que tuvo la suerte de poder ser consciente de muchas cosas, incluso de lo peor que te pueda tocar vivir. Desde pequeño, siempre he tenido esa conciencia de cómo va la vida y de cómo son las cosas. La mayoría de las veces he sido agradecido. Como cualquier niño, también tuve mis días malos; no era perfecto. Pero, en general, hacía las cosas bien: atendía mis tareas, iba a clase, hacía mis deberes, practicaba deporte, intentaba acostarme a la hora que me indicaban. 

Aun así, no deja de ser cierto que me crié en un entorno poco habitual. Primero, porque no estaba con mi familia, y segundo, porque muchos de los niños del centro son muy especiales. Eso se percibe desde que llegas y, de alguna manera, te enseña a manejar mejor las cosas cuando te haces mayor. Tuve la suerte de estar acompañado por los educadores sociales, que eran personas de distintas edades, desde 20 hasta 50 años. Ellos me enseñaron muchas cosas y, gracias a muchos de ellos, hoy tengo muchas ideas claras en la cabeza. Realmente me han ayudado mucho.

Ronaldo Olivo, atleta

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¿Ha tenido que enfrentarse a prejuicios en el ámbito deportivo por haber crecido en un centro de menores?

En ese sentido, no ha habido tantos casos como podrían haber ocurrido. Lo noté un poco cuando tuve mi primera entrevista hace unos meses, entonces percibí cómo es la gente. Pero, en general, no he sentido prejuicios, porque nunca he hablado públicamente de mi vida privada. Ni siquiera en clase: apenas mis mejores amigos sabían algunas cosas sobre mí, y siempre eran cosas que yo mismo debía explicar. 

El atletismo me ha enseñado mucho, sobre todo, el respeto hacia el deporte y hacia uno mismo

Ronaldo OlivoAtleta

La gente que entrenaba conmigo, que sabía que practicaba deporte, sabía que era bueno, “una máquina”, por decirlo de alguna manera, pero no conocían mucho más allá. Yo siempre preferí mantener mi vida más privada, y como se trataba de aspectos que realmente me afectaban, nunca me ponía a hablar de ellos con los demás. Para mí, eran cosas importantes y las consideraba demasiado personales para comentarlas a la ligera.

¿Cómo se siente al hacerlo público ahora?

Es algo que ya había asimilado desde muy pequeño, porque sabía que, si todo iba bien y cumplía mis objetivos… Tengo una personalidad bastante potente, por así decirlo, transmito buena energía. Me gustaría influir positivamente en los niños que tienen hambre de crecer y superarse. Sabía que, si quería seguir avanzando, tendría que abrirme un poco y contar mi historia. Creo que es bueno dar visibilidad a lo que he vivido y a cómo me siento realmente.

Atletismo, metas y preparación: rumbo a los JJOO 2028

Ha mencionado en alguna ocasión que pase lo que pase siempre intenta mejorar y volverse más fuerte. ¿Es su mantra?

Sí, porque, año tras año, he ido ganando campeonatos y carreras. Pero llega un momento en que uno se hace un poco mayor, empieza a entrenar objetivos más ambiciosos y también aparecen las primeras lesiones, los primeros momentos difíciles en el deporte. Para un deportista, las lesiones son de lo peor que le puede pasar. La fuerza que consigo sacar proviene, en gran parte, de recordar toda la trayectoria que he recorrido hasta llegar a donde estoy ahora, y también de pensar en hasta dónde quiero llegar.

De niño sufría mucho, día tras día, por haber crecido en un centro de menores; me daba demasiadas vueltas a la cabeza. No era que cada día fuera difícil, sino que todo era más reciente y yo era más sensible a las cosas. Hoy saco mi fuerza de recordar de dónde vengo y, sobre todo, hacia dónde quiero llegar.

¿Qué le ha enseñado el atletismo?

El atletismo me ha enseñado mucho, sobre todo, a respetar: el respeto hacia el deporte y hacia uno mismo. También me ha enseñado la importancia de la continuidad, y creo que eso es lo más importante si hablamos de éxito. La disciplina que adquieres en el deporte, en este caso en el atletismo, es fundamental. Entrenas todo lo que se puede entrenar; es un deporte muy completo. Esa disciplina, si algo se te queda, te sirve para toda la vida. No se pierde, y solo te enseña a ser mejor. A mí, cada año me hace ser mejor: mejor persona, mejor deportista, más puntual… Yo era bastante impuntual antes, pero ahora estoy aprendiendo a cuidar esos pequeños detalles. Parecen tonterías, pero no lo son.

Si en atletismo ven que eres un joven con proyección, las marcas se fijan en ti y apuestan por tu talento, como hizo Nike conmigo

Ronaldo OlivoAtleta

¿Cómo es su día a día como deportista?

Estoy en el Centro Alto Rendimiento de Deportistas BLUME. Aquí compaginamos los estudios con el deporte, pero siempre se prioriza el deporte. Tenemos momentos para estudiar en el día a día, pero también intentamos descansar bien, porque entrenamos toda la mañana y, luego, aunque tengas algún hueco, pasas toda la tarde entrenando. Lo principal es priorizar el deporte y llevar con calma lo demás. A mí me gusta compaginarlo así, y vivirlo día a día. Mi vida es muy tranquila, organizada, casi como si fuera una rutina educativa.

¿Qué significa para usted poder trabajar con Nike?

Si en atletismo ven que eres un joven con proyección, las marcas se fijan en ti y apuestan por tu talento. Mi sueño siempre ha sido estar con Nike. Estas cuestiones las manejo gracias a mis managers. Al final, todo deportista necesita un manager que sepa guiarle. Yo sabía que mis managers tenían buena relación con Nike desde que los elegí, y aunque todavía era menor de edad cuando empecé a trabajar con ellos, estaba claro que, en un futuro, acabaría firmando con la marca. Y así fue.

Ronaldo Olivo, atleta

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Era uno de mis objetivos, porque firmar con una marca es muy importante. Creo que para un niño es una señal de que va por buen camino. Pero cuando empiezas a entrenar en serio y quieres dar el salto a ser profesional, te das cuenta de que eso es solo una parte de lo que quieres. Tener un contrato profesional y estar con una marca te facilita muchas cosas, pero también tienes que mantenerte firme y no relajarte. Hay que normalizarlo: es increíble y estoy muy agradecido, pero hay que seguir peleando para conseguir más cosas.

¿Cuál es su sueño actual?

Para mí, 2028 marca el año más importante de mi carrera deportiva. Ese es el momento en el que puedo cumplir de verdad mi sueño: los Juegos Olímpicos. Creo que es el año elegido, porque son los Juegos más cercanos y, para mí, no se trata solo de asistir; significaría mucho más. Mi objetivo no es solo estar allí, sino ser campeón olímpico, conseguir el oro.

Mi ambición es ganar de verdad; mi objetivo es ser campeón. Y creo que lo mejor que puedo hacer es mantener la calma

Ronaldo OlivoAtleta

Mi intención es llegar a ese año completamente preparado para cumplir mi sueño. Es muy importante que, por ejemplo, ahora estemos en 2025, y que cada año que pase me ayude a estar más centrado, más fuerte físicamente, con mejores resultados y llevando todo de la mejor manera posible. Sé que no todo será fácil, pero tengo muy claro que 2028 tiene que ser un año decisivo para mí.

Ronaldo Olivo, atleta

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¿Cómo se está preparando?

Mentalmente estoy muy tranquilo. Es algo realmente grande: el sueño de todo atleta. Ser campeón olímpico, en mi opinión, es lo más alto que se puede alcanzar en el deporte. Y lo estoy llevando con mucha calma. Mi entrenador lo sabe, porque sabe que quiero llegar en las mejores condiciones a ese año y hacerlo muy bien. Pero aún son años de preparación, y todavía me queda mucho por mejorar. Sobre todo, estoy manteniendo la calma.

No son cosas nuevas para mí; desde pequeño tenía claro que quería esto. Desde que empecé en el atletismo, con apenas 12 o 13 años, ya tenía definido mi objetivo. Así que intento avanzar con tranquilidad, mejorando cada año, corrigiendo errores, aprendiendo tanto de los malos momentos como de los buenos, para que cuando llegue ese año se note que estoy preparado.

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Soy un tipo de deportista que no se guía por ganar dinero o reconocimiento. Mi ambición es ganar de verdad; mi objetivo es ser campeón. Y creo que lo mejor que puedo hacer es mantener la calma, porque, como he dicho, no todo depende de uno mismo: también influye la suerte. Pero mi meta es ganar, y quiero que la gente que me importa pueda verme conseguirlo, porque saben cuánto me esfuerzo para lograrlo.

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