Rita Sêco, experta en medicina estética: “El cambio constante de cosméticos sin orientación es el mayor error. A la piel le gusta la rutina, el equilibrio y la constancia”

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La doctora explica que en verano se debe prestar una atención especial a la piel porque es cuando se puede alterar el equilibrio de la microbiota

La doctora Rita Sêco es experta en Medicina Estética Facial

La doctora Rita Sêco es experta en Medicina Estética Facial

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Tener una piel sana depende de muchos factores. Usar productos muy caros no nos garantizará lucir un cutis mucho más luminoso y sin imperfecciones, sino que la constancia, los activos correctos que den respuesta a las necesidades reales de la piel, beber agua y seguir una dieta equilibrada son clave.

También la microbiota juega un papel fundamental. “La microbiota cutánea es el nombre que reciben todos los microorganismos (bacterias, hongos y virus) que viven de forma natural en la superficie de la piel. Aunque invisibles, desempeñan un papel vital en la protección de la barrera cutánea, la modulación de la inflamación y la defensa frente a agentes patógenos. Una microbiota equilibrada es uno de los pilares fundamentales para una piel sana”, expone la doctora Rita Sêco, experta en medicina estética facial.

La doctora Rita Sêco es especialista en Medicina Estética facial

La doctora Rita Sêco es especialista en Medicina Estética facial

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Este ecosistema microscópico cumple funciones esenciales: protege contra agresiones de factores externos, regula la inflamación y contribuye a que la piel luzca equilibrada, hidratada y luminosa. Pero hay factores como la contaminación, el estrés o el uso excesivo de cosméticos agresivos pueden alterarla.

Además, hay errores muy comunes que pueden estar comprometiendo la salud cutánea, entre ellos, un paso esencial: la limpieza. Como señala la fundadora de Galerie Clinic: “Una limpieza excesiva (más de dos veces al día y con productos agresivos), uso de productos exfoliantes, exceso de ácidos, usar agua muy caliente en la cara. El cambio constante de cosméticos sin orientación es, para mí, el mayor error y el más común. A la piel le gusta la rutina, el equilibrio y la constancia”.

Una limpieza excesiva o el uso de productos exfoliantes y ácidos puede alterar la microbiota

Para detectar si la microbiota está desequilibrada, la doctora Sêco explica que uno de los mayores indicadores es el enrojecimiento persistente. También la sequedad, el picor, la irritación recurrente, el aumento de la sensibilidad o los brotes de acné o dermatitis pueden ser manifestaciones de un desequilibrio.

La especialista recomienda apostar por fórmulas que nutren y refuerzan la microbiota. Ingredientes como los prebióticos, probióticos y postbióticos ayudan a mantener un equilibrio saludable, favoreciendo una piel más resistente y radiante.

La dermatitis atópica provoca erupciones e irritación en la piel.

El picor y la irritación pueden ser señales de que la microbiota está alterada

Getty Images/iStockphoto

Otro detalle que debe tenerse en cuenta es la época del año. En verano es cuando la piel puede verse más afectada, puesto que está más expuesta al sol. “El calor, el cloro e incluso la transpiración excesiva pueden alterar el equilibrio de la microbiota, reduciendo la diversidad bacteriana y debilitando la barrera protectora”, afirma.

Para preservar la salud de la piel, la especialista recomienda hacer una limpieza suave, usar un proyector solar de amplio espectro y apostar por ingredientes que son reparadores. “Los productos con ceramidas, niacinamida, ácido hialurónico y extractos calmantes como la centella asiática son excelentes aliados. Deben ser de textura ligera, sin perfume y formulados para pieles sensibles”, dice.

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La doctora Sêco también señala que hay procedimientos médico-estéticos que pueden alterar significativamente el equilibrio microbiano, como los peelings químicos, los láseres ablativos, las microagujas o el uso prolongado de productos con ácidos más fuertes o antibióticos tópicos. Por este motivo, “es esencial un enfoque controlado, con protocolos que favorezcan la regeneración de la barrera cutánea”.

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