Elena Caride, experta en medicina estética: “La alimentación veraniega, más rica en azúcares, alcohol y grasas, acelera la oxidación celular; la piel pierde firmeza y elasticidad”

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La doctora desmiente los mitos más sonados relacionados con el cuidado de la piel después del verano

La doctora Elena Caride es especialista en medicina estética

La doctora Elena Caride es especialista en medicina estética

Dra. Caride Medicina Estética & Antiaging

La temporada de verano suele afectar especialmente a la piel, que está mucho más expuesta al sol. Pero también hay factores como la alimentación o la rutina de cuidado que pueden tener consecuencias en el estado y de los que no se es consciente hasta que aparecen las manchas o la deshidratación.

Además, existen varios mitos relacionados con el cuidado de la piel en esta época del año que pueden ser muy dañinos. “Aunque muchas de estas creencias y hábitos están muy extendidos, no todos son efectivos ni verdaderos. De hecho, incluirlos en nuestra rutina puede llegar a generar complicaciones tanto para nuestra salud como para la de nuestra piel”, apunta la doctora Elena Caride, experta en medicina estética & antiaging.

La doctora Elena Caride es especialista en medicina estética

La doctora Elena Caride es especialista en medicina estética

Dra. Caride Medicina Estética & Antiaging

La profesional desmiente los siete mitos más escuchados, entre ellos, el hecho de quemarse la piel al sol y creer que no pasará nada. “Aunque no se presentan quemaduras visibles, la radiación ultravioleta puede causar daño celular invisible que se acumula con el tiempo. El daño solar es acumulativo y silencioso. Es por ello que recuperar adecuadamente la piel tras el verano es un proceso fundamental si queremos mejorar nuestro proceso de envejecimiento facial”, destaca.

La doctora Caride también desmiente la creencia de que las manchas de la piel se eliminarán si no se toma el sol. “No desaparecen por sí solas al dejar de exponerse. Se requieren de tratamientos específicos como despigmentantes tópicos, peelings suaves o luz pulsada, siempre bajo supervisión médica”, afirma.

Las manchas no desaparecen por sí solas al dejar de exponerse al sol”

Elena CarideExperta en medicina estética

Otro mito está relacionado con la hidratación, un paso muy importante en la rutina de cuidado de la piel, pero no es el único, puesto que se necesitan activos para conseguir que la piel trabaje y se regenere tras el verano. “Normalmente la piel necesitará una combinación de exfoliación suave y antioxidantes (como la vitamina C). En algunos casos la aplicación de productos tópicos no será suficiente, y tendremos que recurrir a tratamientos regeneradores que ayudan a reparar el daño solar acumulado como, por ejemplo, las infiltraciones de ácido hialurónico no reticulado o tratamientos no invasivos que nos ayuden a mejorar la flacidez facial como un HIFU Liftera, o lo que es lo mismo, un lifting no quirúrgico de última generación”, expone.

Precisamente relacionado con los tratamientos, la doctora apunta que hay algunos procedimientos que sí se pueden hacer en verano, como la radiofrecuencia o el HIFU. Los tratamientos que deben esperar al otoño son los peelings químicos o los láseres, cuando la piel ya no está expuesta al sol.

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La doctora también hace referencia a otro falso mito, como que la flacidez solo se puede corregir con cirugía. “Existen múltiples opciones no invasivas para prevenir y tratar la flacidez tras el verano: desde radiofrecuencia, radiofrecuencia fraccionada y ultrasonidos micro focalizados hasta activos reafirmantes como el DMAE, péptidos, silicio orgánico o la vitamina C”, señala.

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Seguir una dieta equilibrada es esencial para la salud de la piel

Getty Images/iStockphoto

La profesional recuerda que la dieta veraniega también puede tener una incidencia importante en la salud de la piel, puesto que es una época donde se suele picotear y beber más. “La alimentación veraniega, más rica en azúcares, alcohol y grasas, acelera la oxidación celular, un proceso que daña el colágeno y la elastina, responsables de la firmeza y elasticidad de la piel. Además, los picos de glucosa favorecen la glicación, una reacción que endurece y debilita las fibras de soporte cutáneo, lo que contribuye a la flacidez y al envejecimiento prematuro. De ahí que tratamientos que buscan mejorar la flacidez facial sean ideales después del verano”, explica la doctora.

Finalmente, otra creencia que desmiente está relacionada con los cuidados después de verano. La experta remarca que cada piel tiene unas necesidades distintas y, por lo tanto, los activos que usará en su rutina se deben adaptar. “Factores como la edad, el fototipo, la existencia de patologías previas (acné, rosácea, melasma), los hábitos y el estilo de vida o el nivel de daño solar influyen en el tipo de rutina y tratamientos adecuados para cada persona. Es por ello que resulta fundamental consultar a un experto que nos ayude a orientar nuestras necesidades de recuperación antes de optar por cualquier tratamiento”, concluye.

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