Un estallido de glamur en el nuevo perfume de Carolina Herrera

Joyas olfativas

Tres, dos, uno y boom: este septiembre el aire se llenará de pitaya roja, peonía cherry, franchipán (la flor que huele a vacaciones en un cinco estrellas) y vainilla, los aromas de La Bomba

Vittoria Ceretti y Carolina A. Herrera, imagen de la campaña de La Bomba

Vittoria Ceretti y Carolina A. Herrera, imagen de la campaña de La Bomba

Carolina Herrera

Estaba profetizado que esto ocurriría, que un día una estela atrevida e inolvidable cubriría los espacios invisibles de los lugares que habitan las mujeres que nadie puede dejar de mirar: basta con revisar los archivos que describen el loco mundo de la moda del Nueva York de los ochenta. Entonces Diana Vreeland marcaba el destino de este estallido: la editora más teatral, magnética y excesiva de la historia de la moda llamó a Carolina Herrera (antes incluso de animarla a crear su propia colección) “la Bomba”. La energía no contenida y la elegancia irreverente que hacía saltar por los aires cualquier sala con su presencia están presentes, décadas después, en la fragancia que ha adoptado su mote.

La Bomba no es perfume discreto ni tímido. “Es una declaración de intenciones —explica Carolina A. Herrera, directora de belleza de la firma—. Es una invitación a vivir con intensidad, alegría y autenticidad”. Uno de sus tres perfumistas, Christophe Raynaud —que ha trabajado junto a los míticos Quentin Bisch y Louise Turner— resume así su aportación: “Quise capturar el pulso de una ciudad viva, de la danza del deseo y de la alegría de lo inesperado”. Traducido: esta fragancia no es para quien no adora dejar huella.

Es una invitación a vivir con intensidad, alegría y autenticidad”

Carolina A. Herrera
El nuevo perfume La Bomba

El nuevo perfume La Bomba

Carolina Herrera

Una firma como la de Carolina Herrera no se permite no distinguirse en los frascos. Y el de La Bomba está más que a la altura de sus conocidos iconos. Ni stilettos ni rayos hacen sombra a la obra en la que se presenta La Bomba: una mariposa de vidrio con las alas en movimiento y un color rosa rojo vibrante, coronada por un tapón joya que se inspira en los brazaletes de la casa. “La mariposa es un reflejo de la belleza indómita, que apenas se puede apresar, pero deja una huella imborrable”, explica Carolina A. Herrera. Un diseño para ser coleccionado y exhibido en el lugar central del tocador.

El rostro de La Bomba es Vittoria Ceretti, modelo italiana que atesora la experiencia de más de 400 desfiles y que ha sido portada de Vogue en más de veinte ocasiones. En la campaña, su magnetismo aparece envuelto en la música de Cardi B, Bad Bunny y J. Balvin: I like it. Una apuesta más por una sofisticación que no renuncia a la modernidad, a la irreverencia, a la extroversión y a la celebración de la vida. La Bomba es un perfume vegano que contiene un 86% de ingredientes naturales. Es una invitación a extender las alas, a ocupar espacio, a reír muy fuerte y a vivir con la intensidad que merece cada momento. Carolina Herrera lo mostró, y Diana Vreeland lo vio: la ­elegancia no es renuncia, sino expresión e intensidad

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