La confianza y el respeto son una de las claves para mantener una relación sana y duradera. Como si de un pequeño tesoro se trataran, las relaciones hay que cuidarlas día a día, ya sean entre amigos, compañeros de trabajo o familiares. Para ello, la paciencia y la comunicación son imprescindibles, sobre todo en los momentos más delicados.
Sin embargo, a veces nos encontramos en medio de situaciones abrumadoras, que nos ponen a prueba, y nos encontramos con la falta de herramientas para poder gestionarlas. Por suerte para nosotros, la psicología nos puede ayudar a entender cómo nos sentimos, y gracias a profesionales como Elizabeth Clapés, que comparte sus conocimientos con su comunidad en sus redes sociales, podemos entender algunas de las causas del comportamiento humano y recomendaciones para hacer frente a situaciones por las que, tarde o temprano, todo el mundo tendrá que pasar alguna vez en la vida.

Algunas de las causas más comunes de las discusiones de pareja son la gestión de las finanzas, la distribución de las tareas del hogar o los celos
En una de sus últimas publicaciones, la psicóloga, también autora de los libros Querida yo: tenemos que hablar: Conócete y sé feliz contigo (Montena) y Tú no eres el problema: Entiéndete y sana tras el vínculo con psicópatas y narcisistas (Montena), habla sobre las discusiones en las parejas. Algunas de las causas más comunes de estos enfrentamientos suelen ser la gestión de las finanzas, la distribución de las tareas del hogar o los celos e inseguridades de alguno de los miembros de la relación.
Sea cual sea el motivo, Clapés reivindica que no se puede construir una relación sana si cada discusión va de la mano de un sentimiento de miedo de que alguno de los dos podría dejar la relación. “No voy a bloquearlo, ni a eliminarlo de redes sociales, ni a quitar nuestras fotos, ni a cambiarme la foto de perfil, ni a pasar de él, ni a ponerlo celoso con otras personas. Hacer todas estas cosas solo da a entender que quiero causarle dolor y dice mucho de mí que yo le quiera hacer daño a alguien a quien quiero”. Enfadarse es normal cuando discutimos, pero no debemos actuar en caliente, sino dejar reposar nuestros pensamientos y actuar desde la calma y la razón.
“Hay días que no nos aguantaremos, que no nos querremos ni ver y sabremos que eso forma parte de la relación. No le vamos a exigir a una pareja una perfección que no le exigimos a ningún otro tipo de vínculo de nuestra vida.” De hecho, la psicóloga nos recuerda que con amigos y familiares también discutimos, y con ellos no tenemos la percepción de que tras enfadarnos, no les vayamos a hablar nunca más. “Y es que cuando tienes una relación sana, vives con la paz de saber que una discusión no va a hacer tambalear tu vínculo. Al final se trata de entender que si quieres una relación larga, va a haber momentos en los que tengas que soportar al otro, aunque no lo aguantes”, reflexiona Clapés.
No le vamos a exigir a una pareja una perfección que no le exigimos a ningún otro tipo de vínculo de nuestra vida
Aprender a expresar emociones sin culpar al otro y a respetar los defectos de nuestras parejas, no solo ayudará a evitar enfrentamientos futuros, sino que también reforzara el vínculo de la relación y nos ayudará a tener un mayor conocimiento de nuestro compañero de vida y de nosotros mismos.