El agua de coco, también conocida como el “oro blanco” de los trópicos, es más que una simple bebida refrescante. Su riqueza en nutrientes esenciales y propiedades antioxidantes la convierten en un aliado para la salud cardiovascular y el bienestar general. Extraída de cocos verdes, el agua de coco es un líquido ligeramente dulce con una composición que la hace única.
Las propiedades de agua de coco
Contiene una elevada concentración de electrolitos como el potasio, el sodio y el magnesio, lo que la convierte en una excelente opción para reponer líquidos después de la actividad física o durante episodios de deshidratación, tal y como recalca Medline Plus en su página.
Según un artículo publicado en la revista Frontera Biotecnológica, el agua de coco posee propiedades antioxidantes, hipoglucemiantes e inmunoestimulantes. Su alto contenido en vitamina C, metionina y L-arginina contribuye a combatir los radicales libres, reduciendo el daño celular y ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares.
Uno de los mayores beneficios del agua de coco es su impacto positivo en la salud del corazón. Esta misma publicación ha demostrado que su consumo regular puede ayudar a reducir la presión arterial, gracias a su elevado contenido en potasio. Muestra de ello fue un estudio realizado en ratas con una dieta alta en grasas, el cual reveló que la administración de agua de coco contribuyó a la reducción de los niveles de colesterol y triglicéridos, efectos comparables a los de algunos medicamentos para controlar el colesterol.
Asimismo, el agua de coco ha mostrado potencial en la mejora de la circulación sanguínea y la prevención de complicaciones asociadas a la diabetes. Su contenido en magnesio ayuda a regular la insulina y a controlar los niveles de azúcar en sangre, lo que puede ser beneficioso para personas con diabetes tipo 2, como apuntan desde Healthline.
El agua de coco se ha utilizado en la medicina tradicional en distintas partes del mundo para tratar afecciones digestivas, mejorar la función hepática y fortalecer el sistema inmunológico. En países tropicales, se emplea como remedio natural contra la diarrea y la indigestión, ya que ayuda a reponer electrolitos y a mejorar la absorción de nutrientes, como señala el blog de Formación Gastronomía. Al igual que su efecto diurético favorece la eliminación de toxinas y la prevención de cálculos renales.
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Para obtener todos sus beneficios, es preferible optar por agua de coco natural y evitar aquellas versiones envasadas con azúcares añadidos. Beber uno o dos vasos al día puede ser una excelente forma de mantenerse hidratado y aprovechar sus propiedades sin excederse en el consumo.