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“Vampiros emocionales”: cómo detectarlos y evitar que agoten tu energía, según la psicología

Salud mental

Hay personas que drenan la energía de los demás por medio de interacciones poco saludables y que afectan seriamente el bienestar

¿Cómo lidiar con esas relaciones agotadoras?.

Pexels

Muchas personas tienen un “vampiro emocional” en su vida. No se trata de una referencia tipo Drácula, que quiere la sangre de sus víctimas; pero puede que sí se asemejen más de lo que parece a la mítica criatura literaria, pues estos “vampiros” se alimentan de la energía de sus víctimas.

Son esos “amigos” que te rodean y que pasan tiempo contigo, contándote cosas; cuando, en realidad, lo que hacen es quejarse por todo, contarte sus historias y nunca, jamás, escuchando o preguntando sobre ti y tus problemas.

Los “vampiros emocionales” se especializan en absorber tu energía, alegría y paz interior.

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Es hora de prestar atención y analizar esas relaciones, que son agotadoras y drenan la energía de quien las sufre. Los expertos tienen un perfil para este tipo de “vampiros”: son personas con afán de protagonismo, con necesidad de ser validados todo el tiempo, con falta de seguridad y baja autoestima. Egocéntricos y sin empatía. Además, tienen el firme convencimiento de que nada de lo que sucede en su vida es culpa suya.

“Puede haber un grado muy leve de vampiro emocional o un grado casi diabólico de vampiro emocional. Algunos son muy sutiles en sus maniobras y otros pueden ser excesivamente tóxicos”, explica la doctora Carly Manly, que explica que, en esencia, todos comparten la misma característica: “Son individuos sumamente egoístas”. 

Los 'vampiros emocionales' se especializan en absorber la energía de otros, y sus comportamientos egocéntricos afectan a su bienestar mental y emocional

Manly señala que “alimentarse” de esa energía emocional de otras personas es vital para ellos. “Necesitan sentir que llenan ese vacío interior, que, por cierto, es un pozo que no se puede llenar, por lo que siguen drenando”, explica. “Nunca hay suficiente de otras personas para saciarlos, pero tampoco hay preocupación ni empatía por la víctima.”

Estos presuntos “amigos” solo se preocupan por ellos mismos.

Getty Images/iStockphoto

El problema surge cuando una de estas personas se encuentra en el entorno más bien cercano, siendo un familiar un amigo íntimo. “Disfrutan creando el caos y no quieren recibir comentarios, soluciones o ideas para resolver sus problemas”, explica la psicóloga británica Suzy Reading a la BBC. “Solo se desahogan, sin interés alguno. Hacen comentarios ambiguos y manifiestan una sensación de positividad tóxica”.

Como consejo, tratar de ser directos con ellos sobre su comportamiento. “De lo contrario, no habrá oportunidad para crecer. Hay muchos ejemplos de personas que han recibido esa retroalimentación y se han quedado traumatizadas”, explica la especialista. “El impacto de ese comportamiento se refleja. Por lo tanto, debemos adquirir habilidades y alzar la voz”.

Crea límites saludables en tus relaciones

Para mantener límites saludables en las relaciones, Marián Rojas Estapé propone varias estrategias para asegurar nuestro bienestar emocional. “Muchas veces, la falta de límites claros puede llevarnos al agotamiento emocional, por lo que conviene establecerlos”, asegura la popular psiquiatra, que indica tres categorías para ello.

1. Límites físicos

Establecer una línea imaginaria que delimita nuestro espacio personal. Indica lo que es apropiado o no en diversos entornos y tipo de relaciones. Por ejemplo, cuando alguien te toca o si consideras apropiado que alguien entre a tu habitación sin tu consentimiento..

2. Límites emocionales

Lo que estamos dispuestos a compartir sobre nosotros mismos y nuestros sentimientos. Por ejemplo, cuándo compartir nuestra información personal durante el desarrollo de una relación. Se violan cuando alguien invalida, critica o menosprecia a otra persona.

3. Límites intelectuales

Se refieren a los pensamientos o ideas. Los límites intelectuales sanos incluyen el respeto por los sentimientos de los demás y considerar qué tipo de conversaciones son adecuadas en cada caso y contexto concretos. Se violan cuando alguien desestima o menosprecia las ideas de otra persona.

4. Límites de tiempo

Indican cómo una persona utiliza su tiempo. Una persona debe reservar suficiente tiempo para cada faceta de su vida. El problema llega cuando los demás exigen demasiado tiempo a otros, por lo que se debe establecer límites y aprender a decir “no”. Es fundamental para mantener el equilibrio en nuestras relaciones y evitar el resentimiento o el agotamiento personal.

Puede ser complicado identificar cuándo establecer límites en nuestras relaciones, pero cuando comienzas a sentirte estresado todo el tiempo o irritado en presencia de determinadas personas, quizá es señal de estar arrastrando una carga emocional que no corresponde.