Marian Rojas Estapé, psicóloga, sobre la ansiedad: “El 90% de las preocupaciones que están en tu cabeza, no llegan a suceder”
Desarrollo personal
La liberación de cortisol y la necesidad de dopamina afecta a la salud física y psicológica
¿Te preocupas constantemente por el futuro? Esto es lo que debes saber sobre la ansiedad anticipatoria
La reputada psiquiatra desveló cómo afectan los pensamientos y las preocupaciones a la salud.
Inquietud, palpitaciones, sensación de ahogo, angustia, estos son los síntomas que provoca la ansiedad, una emoción que surge cuando las personas se sienten amenazadas por un peligro. Se trata de una reacción natural del cuerpo, de carácter adaptativo, y que no debería interferir en la vida diaria ni suponer un inconveniente importante. Sin embargo, a veces sucede. “La ansiedad es una emoción inherente al ser humano, que se convierte en un problema serio cuando se cronifica”, explica Josep María Farré, jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Universitari Dexeus de Barcelona. En estos casos, adquieren una especial importancia dos sustancias clave del organismo: el cortisol y la dopamina.
El cortisol es una hormona que se ve estimulada por el estrés, dado que su función consiste en ayudar al cuerpo a responder de manera efectiva ante dicha amenaza o situaciones de alta tensión. Sin embargo, si ese estado ansioso prevalece en el tiempo, los niveles de cortisol pueden presentar un exceso. Y esto ocasiona una marcada inestabilidad emocional e irritabilidad. La ansiedad igualmente afecta a la dopamina, un neurotransmisor, que también cumple la función de hormona, que se encarga de regular la sensación de placer en el organismo, según explica la psicóloga Blanca Fernández Tobar. No obstante, el estrés y la ansiedad, al prolongarse, reducen la liberación de dopamina en el organismo. ¿El resultado? “Nos sentimos más negativos, cansados y pesimistas”, afirma la especialista. Además, esto no solo sucede ante situaciones de estrés específicas, también con escenarios imaginarios.
Así afectan las preocupaciones de la mente al bienestar del organismo
“El estado de alerta, es decir, el cortisol, no solo se activa cuando tengo una amenaza física, sino cuando imagino que me pasa”, aseguró la psiquiatra Marian Rojas Estapé en su paso por el podcast ‘En defensa propia’, quien explica cómo las preocupaciones acerca de hipotéticas situaciones o eventos que todavía no han sucedido, ni es seguro que así sea, provocan angustia y malestar en las personas. “El 90% de lo que nos preocupa, nunca sucede”.
Esto se debe a que el organismo, cuando se encuentra inmerso en un estado de “alerta continuada” debido a la ansiedad, no es capaz de distinguir entre aquello que es real y lo imaginario. Sin embargo, la liberación de cortisol se produce igualmente, lo que afecta a la salud y bienestar tanto de forma física como psicológica. En esos casos, el cerebro activa “vías de escape” que sean inmediatas y que estimulen la producción de dopamina en el cuerpo. Pero esto lleva a las personas a caer en un círculo: “Así nos convertimos en personas intolerantes al dolor, al malestar, al aburrimiento”, advierte Marian Rojas Estapé.