Qué significa que duermas con los ojos abiertos (y qué consecuencias puede tener)

Salud

Algunos estudios sugieren que hasta 1 de cada 5 personas podría experimentarlo

Qué significa que duermas con los ojos abiertos (y qué consecuencias puede tener)

Qué significa que duermas con los ojos abiertos (y qué consecuencias puede tener)

tab62/Shutterstock

Esta imagen es más común de lo que imaginamos; incluso se presenta sin que exista alguna enfermedad ocular. La gran mayoría de las veces lo nota una tercera persona, pero el individuo afectado por esa circunstancia no se da cuenta, ni duerme mal, ni se aplica gotas. 

Sin embargo, algunos estudios sugieren que hasta 1 de cada 5 personas podría experimentarlo, como señala la Fundación Nacional del Sueño estadounidense.

Lee también

Alexandre Olmos, médico: “El 17% de los adultos presentan perdida auditiva causada por el ruido de los auriculares, el problema está en el volumen y la exposición constante”

Laura Villanueva
Doctor Alexandre Olmos

De molestias leves a úlceras en la córnea

El problema surge en el momento en que dormir con los ojos abiertos (que recibe el nombre médico de lagoftalmos nocturno) pasa de ser anecdótico a producir molestias como sensación de cuerpo extraño, ojos rojos, visión borrosa, fotofobia o algo tan simple como no lograr dormir bien. 

En algunas ocasiones puede ir más allá de esas manifestaciones leves y generar el trastorno llamado ojo seco, que puede desembocar, entre otras dolencias, en queratitis (inflamación de la córnea) o algo más grave (ocurre muy rararamente) como úlceras en la córnea.

Relación del estrés del día a día con el insomnio

Persona en la cama con los ojos abiertos

Canva

Hay una prueba que cualquier persona puede realizar en casa para determinar la gravedad del lagoftalmos: cerrar completamente los ojos y que alguien intente abrirlos con algo de fuerza. 

Comúnmente, el resultado es que los órganos de la visión se mueven hacia arriba, lo que es buena señal. Se denomina fenómeno de Bell y es la manera natural que tiene la córnea para protegerse de la sequedad si los ojos están abiertos (o entreabiertos) mientras dormimos.

Causas y posibles remedios

Existen algunas causas de lagoftalmos a las que hay que estar atentos para adelantarnos a las consecuencias: 

  • Sufrir parálisis de Bell, un trastorno del nervio que controla los movimientos de la cara y es muy común.
  • Nacer con alguna alteración de los párpados que impidan que cierren bien.
  • Traumas (incluidas cirugías estéticas como una blefaroplastia, la extirpación de exceso de grasa en los párpados), infecciones o cualquier lesión muscular del párpado.
  • Parálisis del nervio facial por un accidente cerebrovascular o por un tumor.

Después de identificar el origen de los problemas oculares, solo queda intentar por cualquier medio cerrar los ojos al dormir. Existen varios métodos, como:

  • Cintas médicas que unan los párpados sin lastimar la piel.
  • Gotas, gel o ungüentos oftálmicos formulados con o sin cinta que ayuden a mantener los ojos lubricados.
  • Cirugías para cerrar los ojos que el oftalmólogo puede sugerir según la severidad de las patologías primaria y secundaria.
Horizontal

Persona durmiendo en su cama

Terceros

Ahora quizá se está preguntando: ¿será que duermo con los ojos abiertos y no me he dado cuenta y por eso me molestan tanto al despertar? Siempre es necesario considerarlo cuando cuente a su oftalmólogo el motivo de la consulta.

Esto ayuda a efectuar un mejor diagnóstico y, por lo tanto, una mejor manera de tratar las molestias. O incluso, si es más grave, encontrar la forma de abordar la existencia de alguna patología derivada del lagoftalmos nocturno.

La importancia de identificarlo

Lee también

Los oftalmólogos casi no tenemos en cuenta esta causa de ojo seco en el momento de una consulta y, sin duda, esa nota nos ayudará a recordarla. Precisamente, tengo una paciente joven que no puede someterse a una cirugía refractiva con láser porque sufre de ojo seco leve, sin presentar ningún antecedente que lo ocasione.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...