Beber agua con limón en ayunas se ha convertido en un ritual matutino para muchas personas que buscan perder peso. Sin embargo, esta práctica está rodeada de mitos. Aitor Sánchez, dietista-nutricionista y divulgador, lo deja claro: “El zumo de limón no sirve para adelgazar”. Pero eso no significa que no tenga beneficios. En un vídeo compartido en su cuenta de Instagram ‘Mi dieta cojea’, Sánchez explica que su consumo sí ayuda a mejorar la absorción de hierro y puede tener un efecto saciante.
El especialista detalla que la vitamina C presente en el limón favorece la asimilación del hierro no hemo, es decir, el que proviene de fuentes vegetales como legumbres, frutos secos o cereales. “Si acompañas la carne, el pescado, el huevo o las legumbres con zumo de limón, todo su hierro se absorberá mucho mejor”, subraya.
Más allá del mito
Aunque sea un mito que el limón adelgaza, tiene muchas otras propiedades.
El agua con limón ha sido promocionada como una bebida milagrosa para la pérdida de peso, pero la evidencia científica no lo respalda. Según ‘Medical News Today’, aunque el limón es bajo en calorías y rico en vitamina C y flavonoides, no tiene un efecto directo sobre el metabolismo ni quema grasa de manera significativa.
Desde la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) se desmontan muchos de los mitos que rodean al agua con limón, entre ellos éste. “No está demostrado que tenga propiedades adelgazantes”, explica el especialista Francisco José García Fernández, quien recalca que su bajo aporte calórico puede hacer que, si reemplaza una comida más calórica, dé la impresión de ayudar a perder peso.
Lo que sí puede hacer es contribuir a una mejor hidratación, lo que a su vez ayuda a regular el apetito. Además, su sabor ácido puede dar un toque de frescura a las comidas y reducir la necesidad de añadir azúcar o sal en ciertas preparaciones, otro punto que destaca Sánchez en su vídeo.
Más allá del agua con limón
El limón es un ingrediente muy versátil para cocinar.
Además de sus propiedades nutricionales, el limón es un ingrediente versátil en la cocina. Sánchez menciona que su ralladura potencia el sabor de los postres, permitiendo reducir la cantidad de azúcar utilizada. De igual forma, su acidez es un excelente recurso para quienes deben controlar la ingesta de sodio, ya que puede reemplazar la sal en muchos platos.
También juega un papel en la sensación de saciedad. En vinagretas o aderezos, su toque ácido puede ayudar a prolongar la sensación de estar lleno, lo que podría influir en la cantidad de comida que se ingiere.
La realidad es que el limón puede ser un aliado en la dieta, pero no por las razones que algunos creen. Como concluye Aitor Sánchez, “no adelgaza, pero fíjate en todo lo que hace el zumo de limón”.


