La alimentación es un mundo lleno de curiosidades, misterios, descubrimientos y, sobre todo, platos deliciosos. Cada cultura tiene una forma distinta de comer, usando distintos ingredientes y métodos de elaboración. Sin embargo, algunos de ellos podrían comportar algún que otro problema a la hora de consumirlas. Una de las grandes cuestiones está vinculada a las conocidas dietas que se comparten a través de plataformas digitales a diario.
Un asunto que han querido analizar en profundidad Elena de Petronila y Bea Rodríguez, a través de una extensa conversación en el podcast Partiendo el koko. Ambas nutricionistas presentan el mencionado espacio, con el que reflexionaron sobre las dietas de moda y la presión social en uno de sus últimos episodios. Ambas repasaron en profundidad lo que, a menudo, suele ser una estrategia de marketing para captar seguidores.
“Aparece alguien en redes sociales y te dice que ella ha perdido veinte kilos o treinta kilos y yo te digo, he perdido treinta kilos haciendo esta dieta de lo que sea, la gente que siga estando desesperada va a seguir, yendo a ti a preguntarte oye esto, esto, esto otro. Y al final todo eso vende más y hace que mucha más gente use ese reclamo como para conseguir más seguidores y conseguir más métodos o más ventas de este método de dieta. Si vienes, escríbeme por MD”, contaba de Petronila.
De igual forma, ambas destacaron algunas presuntas dietas virales que contaban con datos o métodos alejados de lo habitual. Desde la ingestión exclusiva de frutas hasta una clasificación de alimentos determinada por el grupo sanguíneo, ambas se echaron las manos a la cabeza por la desinformación compartida mediante múltiples altavoces digitales. “Normal que pierdas peso, si es que yo perdería hasta las ganas de vivir”, reconocía la copresentadora.

Dieta mediterránea
Limpiando el cuerpo
Otra preocupación de los expertos es la fatiga crónica: “Está muchas veces ocasionada, como tú bien has dicho, por ese desequilibrio de nuestra alimentación. Y es que como yo siempre hablo de esa conexión intestino cerebro y es que lo que nosotros comemos interfiere en cómo nos encontramos a nivel emocional, a nivel cognitivo y también repercute en esa fatiga y esa energía que sentimos sobre todo a primera hora de la mañana”, explicaba Sandra Moñino.
“Yo lo que le digo a mis pacientes es que una de las consecuencias de tener una inflamación crónica o tener un desequilibrio en nuestra microbiota es encontrarnos así. Entonces, cuando mejoran su alimentación y empiezan a llevar buenos hábitos, se encuentran por las mañanas con esa sensación de energía que ya parecía que habían olvidado, que ya pensaban que era parte de ellos encontrarse como con esa fatiga por las mañanas, esa sensación de no apetecerte levantarte de la cama”, profundizaba.