Millones de españoles y portugueses vivieron ayer una situación extraordinaria: un apagón masivo que les privó de acceso a internet, a la electricidad y a las comunicaciones durante más de ocho horas, hasta que el suministro comenzó a restablecerse en diferentes territorios de la península ibérica.
Las Islas Canarias, las Islas Baleares, Ceuta y Melilla fueron los únicos territorios españoles que se libraron de la catástrofe energética, la cual provocó graves pérdidas a numerosas empresas que dependen de la electricidad para crear, conservar y distribuir sus productos.

Apagón en Barcelona.
La gestión emocional ante un episodio como el que se vivió ayer en nuestro país depende mucho de cada persona. Por este motivo, diversos psicólogos han reflexionado sobre el tema en sus redes sociales. En el caso de la conocida terapeuta Marta Martínez Novoa, ha explicado que una parte de la población vivió dicha situación con calma y aprovechó la ocasión para disfrutar de una cena a la luz de las velas, echarse unas risas con los vecinos o tener un momento de desconexión de las redes sociales.
En cambio, muchos individuos vivieron el apagón con angustia: ''Con pérdidas en su pequeño negocio; con la ansiedad con la que ya solían convivir disparada como un resorte; sin saber qué pasaba; sin cobertura para hablar con su gente; con miedo de que la luz no volviese. Sin agua, sin comida, solo repitiéndose en su cabeza la misma pregunta: '¿Cuánto durará esto?' '¿Qué va a pasar?'''.
Tras exponer las dos formas de gestionar el conflicto que se vivieron a lo largo del día de ayer, la psicóloga ha expresado que ambas maneras de vivirlo son válidas: ''No tenemos que romantizar lo que angustia, no tenemos que verle el lado bueno todo. Y tampoco tenemos por qué no agradecer y ser conscientes de esos privilegios que, desgraciadamente, no todo el mundo tuvo ayer''.
''No todas las oscuridades duelen igual''
En la publicación que ha compartido en la plataforma de color rosa, que ya acumula decenas de reacciones, Marta Martínez Novoa ha explicado que cada cuerpo reaccionó ante esas circunstancias como pudo, no como quiso, por lo que todas las formas de vivirlo tienen un sentido único: ''No todos llegamos igual al momento en que se apaga la luz ni todas las oscuridades duelen igual''.
Antes de finalizar su reflexión, la especialista ha animado a sus seguidores a no invalidar lo que sintieron y a abrazar las dificultades que enfrentaron durante las horas de incomunicación total: ''Lo que viviste tú también importa''.