Siempre acabamos bostezando cuando alguien delante de nosotros realiza esta acción. Seguramente, nos hemos preguntado en numerosas ocasiones por qué ocurre esto y por qué es tan fácil que se contagie el bostezo. Y no solo cuando lo vemos frente a nosotros, sino también cuando pensamos en la acción: automáticamente, nuestro cuerpo presenta el bostezo.
La Dra. Ana Pérez Ballesta ha compartido a través de sus redes sociales la gran cuestión sobre por qué bostezamos después de ver a alguien hacerlo. La experta cuenta con más de 30.000 seguidores en Instagram, donde divulga contenido de gran utilidad para su comunidad acerca de temas médicos o sobre la naturaleza humana de las personas.

Shot of tired young woman yawning while using her mobile phone in the kitchen at home.
“El bostezo ayuda a regular la temperatura cerebral, pero esta teoría no tiene una evidencia sólida; se vincula a reflejos motores primitivos”, cuenta Pérez. Además, habla de que se ha especulado mucho durante siglos sobre el verdadero motivo por el cual bostezamos.
Según un estudio publicado en la Revista Colombiana de Cardiología, el bostezo puede actuar como un mecanismo protector y predictor de síncope. Esta activación del sistema ocurre cuando el cuerpo necesita responder a situaciones de estrés.
¿Por qué se contagia el bostezo?
Según un estudio publicado en National Geographic y respaldado por investigaciones científicas, el bostezo se contagia por razones empáticas. Cuando vemos a alguien riendo o bostezando, se activan áreas del cerebro que están relacionadas con la empatía, de modo que nos impulsa a actuar como el resto.
Además, se señala que las personas con dificultades en habilidades sociales tienden a contagiarse menos de los bostezos, lo que refuerza la idea de que este fenómeno podría estar estrechamente vinculado con la empatía.

Cachorro labrador
“Nuestros amigos, los chimpancés y los perros también lo presentan. Se interpreta como un mecanismo de sincronización social y podría estar relacionado con la empatía, con la excitabilidad de las neuronas y con las neuronas espejo, unas neuronas fundamentales para el aprendizaje y para comprender las emociones de los demás, facilitando nuestras relaciones sociales”, cuenta la doctora.