Millones de personas en todo el mundo viven con una presión constante por cumplir con una serie de expectativas sociales que son prácticamente imposibles de alcanzar. Esta búsqueda enfermiza del perfeccionismo tiene su origen, muchas veces, en la infancia y la adolescencia, cuando la necesidad de encajar en ciertos grupos llevó a muchos individuos a anteponer la validación ajena a su propio bienestar.
A lo largo de los últimos años, numerosos psicólogos han abordado el tema en libros, conferencias y publicaciones en redes sociales. Este es el caso de Ramón Álvarez, un psicólogo que habló sobre la autoexigencia en su cuenta oficial de Instagram: ''La autoexigencia, entendida como la presión que una persona se impone a sí misma para alcanzar estándares elevados de desempeño, es un fenómeno común en diversas esferas de la vida, ya sea en el ámbito académico, profesional o personal. Aunque puede ser un motor que impulse las personas a mejorar y alcanzar sus objetivos, puede tener consecuencias negativas significativas''.
En un primer momento, buscó resaltar la parte más positiva y señaló que ser autoexigente puede impulsarnos a alcanzar nuestras metas, motivarnos a ser nuestra mejor versión y ayudarnos a desarrollar una competitividad saludable, ya que nos empuja a desafiarnos a nosotros mismos.
Sin embargo, a continuación explicó que, en una gran mayoría de casos, la mala gestión de la autoexigencia la convierte en nuestra mayor enemiga: ''La presión constante para ser perfectos y cumplir con estándares elevados puede llevarnos a experimentar estrés, ansiedad y agotamiento''.

Un hombre reflexionando en una ventana
Antes de concluir su reflexión, el especialista compartió algunos consejos para mantener el equilibro y evitar caer en una dinámica tóxica. Lo primero que recomendó a sus seguidores fue establecer metas realistas en las que cada pequeño logro cuente: ''Divide tus objetivos en pequeñas metas alcanzables''. Seguidamente, les animó a practicar la autocompasión y a recordarse a sí mismos que cometer errores es parte del proceso.
''Encuentra tiempo para ti mismo, haz lo que amas y recarga energías'', expresó también el creador de contenido digital para después aconsejar a todo aquel que lo necesite que busque apoyo, tanto en personas de su entorno como en profesionales de la salud mental. ''La autoexigencia puede ser una herramienta positiva si la manejamos adecuadamente. Aprende a ser tu propio aliado y no tu peor crítico'', sentenció el experto.
''El perfeccionismo y la autoexigencia extrema no aparecen de la nada''
Hace unas semanas, la psicóloga Nagore Navarrete compartió una reflexión personal y profesional en la que también abordó esta cuestión. ''El perfeccionismo y la autoexigencia extrema no aparecen de la nada. Son estrategias de protección que desarrollamos cuando aprendemos que nuestro valor depende de lo que hacemos y no de quiénes somos'', comentó, para después recomendar a sus seguidores trabajar para mejorar su autoestima y amor propio.