La psicóloga Júlia Martí, autora del libro Mujeres que se exigen demasiado, intenta, con cada una de sus publicaciones en redes sociales, conectar con un gran público y divulgar información útil sobre salud mental, pensando sobre todo en aquellos que no pueden permitirse acudir a consulta.
En una de las últimas reflexiones que compartió en su cuenta oficial de Instagram, plataforma en la que acumula más de 28.000 seguidores, la experta abordó una situación personal con la que muchos de sus followers se sintieron identificados: la sensación de estar enfadada sin un motivo aparente.
''Hay días en los que me siento enfadada y no sé por qué. Todo me molesta, me pongo a la defensiva, salto con cosas pequeñas. Y me cuesta entender qué me pasa'', empezó diciendo la especialista, para luego defender que todas las emociones tienen un sentido, aunque a veces sea imposible encontrarlo en el momento.
En el texto del post, la experta desveló que el paso del tiempo le había ayudado a darse cuenta de que, la mayoría de las veces, no se siente enfadada, sino triste. Sin embargo, como esa tristeza no siempre encuentra la forma de salir, termina convirtiéndose en dolor y malestar emocional.

Mujer reflexionando en una ventana.
A lo largo de la publicación, Martí profundizó más en el tema y explicó que el enfado que muchas veces expresamos puede ocultar un profundo sentimiento de injusticia. Es probable que no lo podamos manifestar debido a que nos acostumbramos a callar, ya que crecimos en ambientes en los que se evitaban los conflictos y nadie hablaba sobre lo que dolía.
Tal como explicó, hacer lo que debemos siempre, en todo momento, también puede hacernos sentir irritadas. En este caso, aunque estés cansada de cumplir siempre con lo que se espera de ti, no puedes expresarlo porque aprendiste que ser buena significa no fallar, no decepcionar.
El cansancio
''Puede que expreses enfado porque, en el fondo, estás cansada, pero no te has dado cuenta porque no te has permitido, o no has podido, parar. Solo sientes el malestar, pero no sabes de dónde viene'', explicó la terapeuta.
Antes de concluir su reflexión, la psicóloga recomendó a su audiencia detenerse y hacerse una pregunta: '¿Qué hay debajo de este enfado?'. A continuación, animó a sus seguidores a validar lo que sienten, incluso si no lo entienden completamente: ''Permítete parar, aunque no te sientas merecedora de descanso''. Finalmente, añadió que escribir y hablar son herramientas muy útiles, no para obtener respuestas, sino para dar voz a los pensamientos y reconocer el enfado como una señal, no como un problema.