La infancia juega un papel crucial en el desarrollo de los apegos del ser humano. El tipo de apego que un niño forma durante su infancia (seguro, ansioso, evitativo, o desorganizado) tiene un impacto significativo en cómo se relacionará con los demás a lo largo de su vida, afectando así a sus relaciones románticas y de amistad.
Una de las personas más destacadas en España en el área de la salud mental es Marian Rojas Estapé, actualmente la autora literaria de no ficción más vendida del país. Sus reflexiones e intervenciones suelen arrojar luz sobre muchos temas de la psicología humana.
El último tema en el que ha indagado es precisamente el del apego infantil. La madrileña asegura en sus redes sociales que el tipo de apego que desarrollemos en la infancia —especialmente con la figura materna o de cuidado principal— tiene un impacto profundo en nuestra forma de sentir, de vincularnos y de regular nuestras emociones.
Rojas Estapé asegura que cuando un bebé se siente mirado, sostenido, consolado, su cerebro comienza a registrar el mundo como un lugar seguro. Sin embargo, cuando este vínculo falla, se instala una sensación de inseguridad que puede acompañarnos hasta la vida adulta.
El apego influye en nuestra autoestima y la forma en la que amamos al resto
El apego acaba influyendo en múltiples áreas de nuestra vida adulta. Según la psiquiatra, puede influir en nuestra autoestima, la forma en la que gestionamos el estrés, la manera en que amamos y nos dejamos amar y nuestra capacidad para pedir ayuda y poner límites.

