La paternidad está llena de decisiones trascendentales que marcarán el futuro de los hijos, y elegir colegio es, sin duda, una de las más complejas. Una elección apasionante, pero que a menudo se convierte en un auténtico quebradero de cabeza para muchas familias. Las opciones parecen infinitas: metodologías educativas, idiomas, etapas escolares, actividades extraescolares... lo que hace que muchos padres se pregunten cuál será la mejor opción para sus hijos.
La psiquiatra Nuria Núñez ha querido mandar un mensaje de tranquilidad a todos aquellos padres preocupados por la elección de la escuela de sus hijos. “Como psiquiatra, veo niños de todos los coles: privados, concertados, públicos, rurales, Montessori, alternativos, y no existe ‘el mejor colegio’, sino el que mejor encaja a los padres”.

En el caso de los idiomas, muchos colegios presumen de ser trilingües, pero la profesional recomienda a las familias verificar si esa promesa es real
Una de las primeras advertencias que lanza la experta es que muchos centros educativos destacan factores que, aunque llamativos, no siempre son esenciales. Idiomas e instalaciones suelen encabezar la lista de reclamos, pero conviene analizarlos con lupa.
En el caso de los idiomas, muchos colegios presumen de ser trilingües, pero la profesional recomienda a las familias verificar si esa promesa es real o simplemente una estrategia de marketing. “Mira si realmente el cole es bilingüe o solo dan una asignatura en inglés impartida por un profesor con un B2 y muy buena intención”, alerta. Además, recuerda que hoy en día existen múltiples formas de aprender lenguas fuera del ámbito escolar: “Películas, series, libros, videojuegos, viajes... los niños pueden adquirir competencias lingüísticas de manera natural y divertida”.

Para la experta, más allá del impacto visual de las clases, lo importante es que el entorno escolar favorezca el bienestar emocional
En cuanto a las instalaciones, invita a relativizar su importancia. “¿Una clase con sillas futuristas hará que tu hijo sea más feliz? ¿Un campo de fútbol y una piscina reducirán tu estrés cuando lo recojas del colegio?”, plantea. Para la experta, más allá del impacto visual, lo importante es que el entorno escolar favorezca el bienestar emocional, la creatividad y la conexión auténtica entre alumnado y profesorado. Y recomienda un listado con las siguientes cosas en que sí debemos fijarnos, como que esté cerca de casa, que tenga un buen comedor, que vayan niños del barrio y una buena relación de los alumnos con los profesores. “No todo debe basarse en la excelencia”, señala Núñez.
La comunidad educativa: clave en la elección
Como reflexión final, la psiquiatra invita a los padres a hacerse una pregunta fundamental: “¿Este colegio va a ver a mi hijo como un niño único o como un número más?” Porque, como bien recuerda, todos creemos que nuestros hijos son maravillosos —y lo son—, pero ¿qué ocurre si necesitan más apoyo, más calma, otro ritmo?
Para la experta, lo que realmente da sentido a una escuela no son las instalaciones ni los idiomas, sino las personas que la habitan: las familias, el profesorado, el equipo directivo y toda la comunidad educativa. Ninguna escuela es perfecta, advierte, pero lo esencial es que encaje con las necesidades reales de cada familia y no con las expectativas idealizadas que los padres puedan proyectar sobre sus hijos.
También lanza un mensaje tranquilizador: no hay por qué tener miedo a equivocarse. Siempre hay margen para rectificar. Cambiar de centro es posible, y no hay una única decisión que marque para siempre el futuro de un niño, concluye.