Loading...

Ángel Macías, psicólogo: “Si no lo cuentas, no se dan cuenta”

Psicología de la convivencia

El especialista en salud emocional y rendimiento deportivo advierte que callar el malestar solo alimenta el malentendido en casa

Begoña del Campo, psicóloga: “El amor verdadero no hace ruido”

Ángel Macías recuerda que hablar claro con quienes conviven contigo puede evitar muchos conflictos innecesarios

TikTok | @angelmaciaspsicologia

¿Cuántas veces te has sentido mal y has esperado que alguien lo note sin decir ni mu? Pues eso, que no lo notan. Porque no leen la mente. Y porque muchas veces, mientras tú haces esfuerzos titánicos por no molestar, lo que estás generando es una incomprensión silenciosa que te va quemando por dentro.

Ángel Macías, psicólogo general y deportivo, lo explica sin rodeos en uno de sus vídeos de TikTok: “Si no lo cuentas, no se dan cuenta”. La frase parece obvia, pero suena como un bofetón suave cuando la escuchas en boca de un profesional que lo ve cada día en consulta.

En el vídeo, Macías cuenta el caso de una paciente que llevaba unos días de bajón: cansada, sin ganas de nada, solo quería que la dejaran tranquila… “Y si eso, que la mimaran, pero solo un poquito”. Nada del otro mundo. El problema es que no lo decía. Se lo guardaba. “Ella no es muy de expresar por no molestar”, explica Macías, “pero a la vez sigue esperando que se den cuenta de lo que le pasa”.

Y claro, eso no ocurre. Nadie adivina nada. Ni su pareja, ni su madre, ni nadie. Entonces llega la queja amarga: “Es que nadie se da cuenta de que estoy mal”. Y lo que empieza como tristeza acaba en enfado.

El silencio es autoabandono

¿Qué necesitas: mimos o espacio? Dilo

Según Macías, este patrón es muy común. “Cada persona somos de nuestra madre y nuestro padre”, dice, con esa naturalidad andaluza que le caracteriza, “y necesitamos cosas distintas cuando estamos mal”. Hay quien quiere silencio. Hay quien necesita abrazos. Hay quien solo busca que le calienten la cena y le pregunten si ha dormido bien. Pero si no lo expresas, el que tienes al lado no va a acertar. Y encima, se lleva el reproche.

Su consejo es claro: ábrete, pero solo con los que convives. No se trata de ir por ahí contando tus penas a todo el mundo, sino de hablar con quien realmente tiene capacidad de ayudarte en ese momento. “Así te van a entender perfectamente y van a saber qué necesitas que hagan y qué no necesitas que hagan”, explica.

Lee también

Begoña del Campo, psicóloga: “El amor verdadero no hace ruido”

M. R. 

Puede parecer una perogrullada, pero tiene fondo clínico. Y también humano. Porque, como recuerda Macías, callarse no te convierte en fuerte. Te convierte en incomprendido. Y luego vienen los reproches: “A mí nadie me pregunta cómo estoy”, “yo siempre estoy para todos, pero nadie está para mí”. El círculo perfecto de la frustración.

Desde hace más de diez años, este psicólogo malagueño trabaja con personas que buscan herramientas para entenderse mejor, mejorar su rendimiento (cuando son deportistas) o, simplemente, vivir con un poco más de paz. Y si algo tiene claro es esto: el malestar no se soluciona en silencio.

Etiquetas