Bienestar

Héctor Castiñeira, enfermero y divulgador: “El miedo a enfermar es en muchas ocasiones peor que los propios virus y las enfermedades diagnosticadas”

Síntomas de hipocondría

Quienes padecen este temor excesivo pueden sufrir desde hipertensión hasta problemas digestivos

Cibercondría, cuando la hipocondría se traslada al ámbito digital

Héctor Castiñeira es enfermero y divulgador sanitario.

Héctor Castiñeira es enfermero y divulgador sanitario.

Héctor Castiñeira

Aunque nadie quiere enfermar, hay un miedo que va más allá del instinto de supervivencia. Héctor Castiñeira, enfermero y divulgador sanitario conocido por su alter ego @enfermera_saturada, lanza una advertencia que resulta más común de lo que parece: “El miedo a enfermar es en muchas ocasiones peor que los propios virus”. Lo dice alguien que ve, cada día, cómo ese temor se cuela en las consultas, se disfraza de síntomas y se traduce en urgencias saturadas.

El fenómeno no es nuevo, pero sí cada vez más extendido. En los pasillos del sistema sanitario público, y también en la medicina privada, se observan patrones muy similares: pacientes que no sólo temen estar enfermos, sino que llegan a convencerse de que lo están.

El miedo que altera cuerpo y mente

Según explica Castiñeira, uno de los ejemplos más claros de esta ansiedad se da en lo que se conoce como síndrome de la bata blanca. “Hay personas que, sólo con entrar en el ambulatorio, ven cómo se les dispara la tensión”, comenta. El simple hecho de estar en presencia de un sanitario provoca un estado de alerta tal que su cuerpo reacciona con sudoración, palpitaciones o presión arterial alta.

Este miedo, aparentemente intangible, puede tener efectos muy físicos. “La ansiedad puede provocar desde acidez estomacal hasta diarreas o estreñimiento”, asegura el enfermero. El cuerpo, ante una amenaza que interpreta como real (aunque no lo sea), se activa en modo defensa. Y eso, mantenido en el tiempo, puede desgastar tanto como una enfermedad crónica.

Además, ese mismo estrés lleva a muchas personas a automedicarse: Antiacidos, ansiolíticos, suplementos... Cualquier cosa para calmar una alarma que no siempre tiene base médica. Y es aquí donde entra otro factor de riesgo cada vez más preocupante: la cibercondría.

La epidemia digital de la desinformación

Cibercondría está llegando a ser un problema sanitario.
Cibercondría está llegando a ser un problema sanitario.Canva

Hoy basta un clic para adentrarse en un mar de diagnósticos. Lo que antes requería consultar un manual médico en una biblioteca, ahora se encuentra en segundos en Google. Pero no sin consecuencias. La cibercondría es la búsqueda compulsiva de síntomas en internet que lleva a un aumento de la ansiedad, no a su alivio.

Las personas con cibercondría no sólo sospechan que están enfermas: necesitan confirmarlo. Y cada nuevo artículo, cada foro, cada vídeo en redes sociales, suma más leña al fuego. Se genera así un bucle de preocupación, comprobación y miedo difícil de romper.

Top Doctors advierte de que esto puede derivar en trastornos de ansiedad serios, con repercusiones incluso económicas o sociales. Hay quien falta al trabajo por enfermedades que sólo existen en su mente, o se endeuda pidiendo pruebas médicas innecesarias, apuntan desde la plataforma médica.

Héctor Castiñeira lo resume así: “Dejemos la inteligencia artificial para otras cosas. En temas de salud, recurramos a la inteligencia natural: la del personal sanitario que si nos dan una información fiable, actualizada, rigurosa y de calidad”. Y quizás, también, a la del sentido común. Porque el miedo, aunque invisible, puede ser igual de dañino que la enfermedad.

Etiquetas