No cabe duda de que Georgina Rodríguez es la reina del jamón ibérico. En numerosas ocasiones, la pareja de Cristiano Ronaldo ha mostrado su pasión por este producto emblemático de la gastronomía española, llegando a definirse a sí misma como “ibericoadicta”. Ya sea antes de un evento, sobre la alfombra roja, en su jet privado o durante el desayuno, para la modelo cualquier momento es bueno para disfrutar de este manjar. “Un buen ibérico para mí significa alegría, no podría vivir sin él”, asegura en su documental de Netflix Soy Georgina.
Sin embargo, para muchas personas, el jamón sigue siendo sinónimo de grasas y calorías, lo que les lleva a evitarlo por temor a que afecte su dieta o salud cardiovascular. En este sentido, el nutricionista Luis Gil destaca el jamón ibérico como un alimento saludable y resalta algunas de sus cualidades más beneficiosas. “Entiendo por qué Georgina Rodríguez no puede vivir sin él. No es solo un capricho, es un superalimento”, afirma el experto en uno de sus últimos vídeos en redes sociales.

Georgina Rodríguez disfrutando de ibéricos en su jet privado
1. Rico en proteínas de alta calidad
El nutricionista explica que el jamón ibérico es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, es decir, que contiene todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para reparar y construir tejidos musculares. Esto resulta especialmente importante para quienes practican deporte o desean conservar masa muscular a medida que envejecen, ya que una dieta rica en proteínas contribuye a un mejor rendimiento físico y a mantener un metabolismo activo.

Jamón ibérico
2. Contiene grasas saludables gracias a la alimentación del cerdo y su estilo de vida
En segundo lugar, Gil destaca que el jamón ibérico procede de cerdos que se alimentan principalmente de bellotas. Esta dieta natural, junto con la vida en libertad del cerdo, favorece que la grasa que acumulan sea rica en ácido oleico, un tipo de grasa insaturada que ayuda a reducir el colesterol malo (LDL) y a aumentar el colesterol bueno (HDL).
3. Bajo en carbohidratos y supersaciante, ideal para evitar picar entre horas
El jamón ibérico prácticamente no contiene carbohidratos, lo que lo convierte en una opción ideal para quienes siguen dietas bajas en azúcares o controlan la ingesta calórica. Esto se debe a que el jamón ibérico se produce a partir de carne y sal, sin añadir azúcares ni almidones durante el proceso de curación. Además, su alto contenido en proteínas y grasas saludables provoca una sensación de saciedad duradera, cuenta el nutricionista, lo que ayuda a evitar tentempiés poco saludables entre comidas y facilitando el control del apetito.
4. Aporta hierro y zinc, fundamentales para el sistema inmunitario
Este producto no solo es nutritivo en macronutrientes, sino que también aporta minerales esenciales como el hierro y el zinc. El hierro es clave para transportar oxígeno en la sangre y prevenir la anemia, mientras que el zinc contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunológico y al crecimiento. Gil señala que todas estas propiedades se extienden a la mayoría de los productos ibéricos, por lo que no deberíamos temer consumirlos, siempre y cuando sea con moderación.

El jamón ibérico puede ser un excelente aliado para aumentar la masa muscular
Un estudio clínico impulsado por el Hospital Juan Ramón Jiménez, el Distrito Sanitario Huelva-Costa y la Fundación FABIS demostró que, además de no ser perjudicial, el consumo diario de jamón de bellota 100 % ibérico puede tener efectos positivos en la salud cardiovascular, sin provocar aumento de peso ni afectar la presión arterial.
Durante ocho semanas, 100 personas sanas, entre 25 y 55 años, incorporaron 40 gramos diarios de este jamón en su desayuno. Los resultados se compararon con otro período en el que los mismos participantes siguieron su dieta habitual. El estudio reveló que el consumo moderado de jamón ibérico incrementa significativamente el colesterol bueno (HDL), incluso más que algunos medicamentos, y reduce el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos, contribuyendo así a la salud cardiovascular.
Además, no se registraron aumentos de peso ni cambios en el perímetro abdominal, lo que demuestra que este producto es compatible con dietas equilibradas. Asimismo, su ingesta no modificó la presión arterial en personas sanas, a pesar de su contenido en sodio. Sin embargo, los expertos recuerdan que quienes siguen dietas muy estrictas o tienen condiciones médicas específicas consulten siempre con un especialista antes de incluir este producto de forma habitual en su alimentación.