Tener una relación afectiva y saludable con los más pequeños de la casa ayudará a construir un vínculo más sólido entre padres e hijos, en el que deberá reinar principalmente la comunicación y la confianza. Pero la relación entre los hijos y los padres no es la misma en todas las etapas de la vida. En la niñez, el vínculo es mucho más estrecho, pero una vez que entran en la adolescencia, la relación se complica más.
Sin embargo, son muchos los progenitores que cometen siempre el mismo error con los adolescentes. Por este motivo, la experta en crianza Míriam Tirado explicaba en sus redes este error tan común.
''Este es un mensaje para madre y padres de adolescentes. Y es que los adolescentes usan palabras que tú quizás no has escuchado en la vida y probablemente hayas ido a Google a buscar qué significan'', comenzaba diciendo. Tal y como explicaba, muchos de estos padres se fijan constantemente en las palabras que dicen sus hijos y ponen especial atención en la forma que tienen de usarlas.
El problema, según la especialista, llega cuando esos progenitores deciden también usar esa palabra de la misma manera que sus hijos. ''No lo hagas'', advertía la experta. ''Un día en plena cena dices 'no, lo del sábado es en plan de chill'. No lo hagas'', volvía a repetir la especialista en temas de paternidad y maternidad.

Muchos adolescentes tienen una etapa muy intensa de uso de videojuegos.
Según Tirado, el motivo por el que no hay que imitar la forma de hablar de los hijos es muy sencillo: ''Te van a mirar con desprecio y desdén. Va a voltear los ojos y te va a mirar y decir 'mamá, papá, corta. ¿Qué haces'''. Y es que es importante tener claro que esas palabras las usan ellos, no tú. ''Tú tienes mucho años y queda raro que digas esas cosas''.
Tal y como explicaba la experta, aunque es normal intentar conectar con los hijos a través de lenguaje, para ellos es un comportamiento extraño. ''Sé que lo haces para conectar y está muy bien que quieras conectar con tu hijo, pero para él o para ella lo que haces es de vergüenza ajena y no quiere que su padre o su madre a quienes ven muy viejos usen estas palabras, les da ''cringe y lache''. En resumen, que no lo hagas'', concluía.