Nuestro bienestar es esencial para proseguir en el día a día. En una sociedad cada vez más difícil de gestionar, tanto el cuerpo como la mente deben estar preparados para afrontar cualquier ocurrencia, de día y de noche. Sin embargo, la cabeza es a menudo un elemento olvidado. Tan pronto como nos despistamos, podemos encontrarnos sintiendo dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones.
Las relaciones sociales son uno de los aspectos más complicados de gestionar, sea por el peligro de la toxicidad o por la incapacidad de la otra persona de hacerse cargo de sus responsabilidades como persona adulta. Un asunto sobre el que reflexionó el doctor José Carbonell, licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra y afincado en Palma de Mallorca. Según sus palabras, la falsa sensación de conspiración a nuestras espaldas puede ser grave.
“¿Cuántas personas hay que no se quieren responsabilizar de las obligaciones que implica el hecho de madurar, el hecho de crecer como persona? ¿Cuántas personas hay que prefieren seguir delegando todas esas ocupaciones y responsabilidades de uno mismo en las personas que tiene a su alrededor? ¿Cuántas personas hay que cuando llega el momento del compromiso o el momento de comprometerse a una sola cosa, son incapaces de hacerlo?”, se cuestionaba.
“Pues de cada vez hay más, de cada vez hay más gente que el miedo al compromiso o el miedo a las responsabilidades les puede y cada vez nos encontramos que la gente quizás está haciendo un proceso de regresión, cada vez prefieren más seguir siendo ese adolescente que puede seguir haciendo lo que le apetece en cada momento, no tener que dar explicaciones sobre lo que hace”, remarcaba, señalando la importancia del cambio de chio.
Tomar conciencia
“Es muy importante tener en cuenta que las personas, a medida que nos vamos haciendo mayores, tenemos que enfrentarnos a nosotros mismos y a las responsabilidades de la no es menos cierto que no tenemos que hacernos responsable de cosas que no queremos, pero tampoco tenemos que caer en el síndrome de Peter Pan y menos cuando hay otras personas involucradas”, expresaba, dejando una recomendación final a sus seguidores.
“Porque las otras personas sí se creen que en un momento determinado madurarás y te responsabilizarás de esas cosas y no puedes dejar a esas personas pendientes de tu querer seguir siendo una persona sin obligaciones ni responsabilidades. Por consiguiente, frente al síndrome de Peter Pan, quizás una terapia estructurada y protegerse de las personas que son así porque te pueden llegar a hacer mucho daño”, remataba.