El bienestar físico y emocional es uno de nuestros principales objetivos vitales. Tal y como ocurre con el cuerpo, el cerebro sufre las consecuencias del día, cada uno distinto del anterior. Tan pronto como nos despistamos, podemos sentir dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones. El cuerpo debe estar limpio por dentro y por fuera, pero la mente también merece una atención especial.
Uno de los aspectos clave en este sentido es la perseverancia, un canal que puede averiarse con rapidez si no se mantiene en el tiempo. Un elemento en el que se ha detenido Patricia Ramírez, más conocida como Patri Psicóloga en redes sociales. La divulgadora y experta en salud emocional comentaba, mediante un vídeo compartido en TikTok, expresaba el principal fallo de las personas a la hora de plantearse un objetivo.
“¿Sabes cuál es el mayor error de las personas que quieren cambiar un hábito? Esperar que llegue la motivación. La motivación eres tú. Sí, tú. Porque cuando tú empiezas a actuar viene la motivación. La motivación va después de la acción y creemos que es al revés. ‘Voy a esperar a que me llegue a ver si salgo’. Cualquiera que sea el hábito que quieras cambiar, empieza a dar el primer paso. Ese pequeño paso a ti puede ser que te parezca insignificante, pero a tu cerebro no”, contaba.
“Tu cerebro en el momento en el que empiezas a actuar lo toma como ‘ya estamos ahí, esto va en serio’. Y sale del bucle de que pereza, no puedo, otro día más perdido a meterse en el bucle de estar en modo on”, insistía. Ramírez también rescató recientemente un pensamiento sobre la forma de actuar ante la adversidad. “¿De qué equipo eres tú cuando te pones mala?”, era la pregunta que planteó a sus seguidores esta misma semana.
Basta de aguantar
“Desde pequeñas nos han inculcado a las mujeres de nuestra generación, 10 años más arriba, 10 años más abajo, que por favor seamos fuertes, independientes, que tengamos autonomía, que nos ganemos la vida, que prioricemos el trabajo por encima de todo, que no nos mantenga ningún hombre. Claro, esto no lo hemos traído tan adentro que no nos permitimos ese descanso porque el momento en que nos vemos mal lo vemos como una debilidad”, contaba.
“Es que hasta estar enfermas nos parece una debilidad, nos vemos vulnerable y tratamos de forzar todavía la máquina aun cuando nos encontramos mal. Señora, soy la primera que me equivoco con esa, me veo enferma y digo no puedo estar así. Pero tenemos todo el derecho a descansar, sobre todo cuando nos encontramos mal. Pero incluso encontrándonos bien, recuerden que el descanso es un derecho, no un premio”, sentenciaba.


