La sociedad en la que vivimos hoy no solo premia la autoexigencia, sino que la presenta como una virtud. La velocidad y el sobresfuerzo constante se han normalizado, empujando a millones de personas a llevar un ritmo frenético y a mantenerse en un estado de alerta permanente. Como resultado, la ansiedad se convierte en una compañera habitual en sus vidas.
María José Ortolà, conocida popularmente en redes sociales como 'Libélula Psicología', es una de las mayores divulgadoras sobre ansiedad en nuestro país. La psicóloga, que cuenta con una gran presencia en plataformas como Instagram, dedica gran parte de su contenido a hablar sobre este tipo de trastornos, ya que considera fundamental visibilizar un problema de salud pública que afecta a millones de individuos en todo el mundo.
María José Ortolà, psicóloga
En una de sus últimas publicaciones en la plataforma de color rosa, Ortolà habló sobre ese momento en el que, por culpa de la ansiedad, sientes que te falta el aire y que te estás ahogando. Tal como explicó en el post, los niveles de oxígeno se mantienen correctos en todo momento; lo que se altera es la percepción, no la capacidad real de respirar.
''El síntoma más angustiante de la ansiedad es la sensación de que no entra aire. No es que te lo estés imaginando. Lo que ocurre es que tu cuerpo está en modo alerta (...) La ansiedad activa una respuesta fisiológica real: se tensa el diafragma, cambia el ritmo respiratorio y la sensación de falta de aire se dispara. Pero eso no significa que no puedas respirar, sino que tu sistema nervioso está en modo supervivencia'', explicó la experta.
Para afrontar esta situación, la psicóloga ofreció algunos recursos clínicos y somáticos para recuperar la calma. El primero de ellos fue un ejercicio de respiración simple, pero efectivo: ''Inhalar activa el cuerpo, exhalar lo relaja. Prueba este ritmo: inhala durante cuatro segundos, exhala en seis. Repítelo durante dos minutos. Notarás el cambio''.
También destacó que es útil mantener la espalda apoyada y el abdomen relajado, así como moverse despacio, recurrir a la aromaterapia y fijar la mirada en un punto estable: ''Elige un punto fijo y mantén la vista ahí durante 30 segundos. El sistema nervioso busca referencias estables''.
Lo más importante es dejar de luchar contra el síntoma
Antes de finalizar su reflexión, Ortolà habló de la 'técnica de la mano' para calmar la ansiedad y mejorar la respiración: ''Coloca una mano sobre la otra y, con el dedo índice, recorre el contorno de cada dedo mientras respiras. Si inhalas, subes el dedo; si exhalas, lo bajas''.
Tras ofrecer una lista llena de consejos, la terapeuta destacó que lo más importante es dejar de luchar contra el síntoma y aprender a reentrenar el sistema nervioso.
