Nuestro bienestar es esencial para proseguir en el día a día. En una sociedad cada vez más difícil de gestionar, tanto el cuerpo como la mente deben estar preparados para afrontar cualquier ocurrencia, de día y de noche. Sin embargo, la cabeza es a menudo un elemento olvidado. Tan pronto como nos despistamos, podemos encontrarnos sintiendo dolor, agotamiento, pulsaciones, ansiedad, nervios y muchas más afectaciones.
Las relaciones sociales y de pareja son las más complicadas de llevar, sea por el peligro de la toxicidad o la incapacidad de gestionar las emociones de otra persona. Una cuestión sobre la que reflexionaba en su perfil de TikTok la psicóloga Alicia González. La experta en bienestar emocional se centró en las rupturas y los cambios a menudo necesarios para evitarlas. La copresentadora de tal y como somos reflexionaba de cómo una persona no puede transformarse a nuestro gusto.
“Lo he dejado con mi pareja y me está costando muchísimo, porque todo lo que le he pedido durante tanto tiempo lo está cambiando. Pero no por mí, sino por su nueva pareja. Y claro, al principio que me dolía porque pensaba ‘Pero vamos a ver, ¿qué tiene ella que no tenga yo? Pero entonces me ha dado cuenta de algo muy importante, y es que no tiene nada que ver con eso”, comentaba expresando los posibles motivos de estos cambios.
“Con ella ha cambiado porque se han activado cosas distintas, quizá haya puesto otros límites, ha llegado un momento en el que ya estaba más tocadito o más consciente. O ya estaba cansado y no quería tener el mismo resultado. Sea como sea, conmigo no sintió que tuviera que hacerlo o no quiso, a lo mejor no estaba preparado, a lo mejor no le dolía lo suficiente. No es justo, pero pasa”, añadía, descargando la culpabilidad de sus espaldas.

Alicia González, psicóloga
No eres culpable en este punto
“No tiene nada que ver con que sea más o menos valiosa, a mí también me puede pasar. Hice lo que pude, lo que supe. Si no reaccionó conmigo no es un fallo mío. Él eligió hacerlo entonces y ahora le ha tocado ver las cosas desde otro lugar y aunque me duela eso no borra lo que he vivido ni lo que yo he intentado”, insistía, dejando una reflexión clave para cerrar dicho capítulo y abrir uno nuevo: los cambios acaban llegando, pero a su debido tiempo.
“Sólo me deja más claro que el cambio no siempre llega cuando lo pedimos, sino cuando el otro está listo. Y no siempre es con nosotras, no siempre es por mucho que yo me esfuerce (…) porque pienso que tiene todo que ver con el otro y no conmigo”, concluía.